El Gobierno estadounidense indicó que no confía en que Siria vaya a entregar su arsenal de armas químicas, tras 20 años al margen de las convenciones que prohíben el uso de ese armamento, según un alto funcionario gubernamental.
La fuente, que pidió el anonimato en una conferencia telefónica con periodistas, afirmó que la declaración del secretario de EE.UU., John Kerry, en Londres, en la que aseguró que si el régimen quiere evitar un ataque estadounidense, debería entregar todas sus armas químicas en una semana, se basaba en un "escenario hipotético".
La declaración de Kerry llevó al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a proponer que Siria permita el control y destrucción de los arsenales químicos, algo a lo que dio la bienvenida el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem.
"Siria ha tenido la opción de deshacerse de su arsenal químico desde hace 20 años", cuando en 1993 la mayoría de países del mundo se comprometió a no utilizar estas armas bajo la Convención de Armas Químicas, que tan solo Angola, Corea del Norte, Sudán del Sur, Egipto y Siria no han firmado.
"Mualem no es honesto" cuando propone deshacerse del armamento químico, según el funcionario de la Administración del presidente Barack Obama. "Ni siquiera Al Asad quiso confirmar la existencia de armas químicas en su última entrevista con CBS".
Asad recibió en Damasco al periodista de la televisión estadounidense CBS, Charlie Rose, para su primera entrevista con una televisión extranjera desde que el presidente Obama pidió la aprobación del Congreso para una acción militar contra Siria.
En un extracto de la entrevista difundida en el programa "This Morning" de CBS, Asad advirtió que quienes ataquen a Siria "pueden esperar todo tipo de acción".
Mientras, Obama continúa con sus medidas de presión para convencer al Congreso de que apoye su plan de ataque "limitado" contra el régimen sirio para que se hagan respetar la prohibición del uso de armas químicas.
El desencadenante de la amenaza fue un ataque a gran escala con armamento químico el pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco, algo que Estados Unidos y otros aliados como Francia y Reino Unido atribuyen al régimen de Al Asad./EFE