María José Martínez
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Los cuatro meses de embarazo que lleva Oly García, de 34 años de edad, no le impidieron participar, junto a otro de sus hijos, en la manifestación de venezolanos que se realizó este sábado en el estado de Florida, en Estados Unidos, para protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
"Lloro todos los días por cada víctima que cae. Yo tengo un hijo como Juan", dijo en referencia al estudiante fallecido por el impacto de una lacrimógena en el pecho, en Venezuela.
Mientras, tener un brazo enyesado tampoco fue un obstáculo para Juan Montero, de 64 años, quien decidió asistir pese a su reciente operación.
"Hay que ayudar a los están dando la cara en la calle", comentó el hombre que lleva 40 años de vida en Estados Unidos.
Por tercera ocasión en abril, los venezolanos radicados en Miami se congregaron, esta vez en el Doral Central Park, para rechazar la represión de los cuerpos de seguridad en contra de opositores y la muerte de al menos 34 personas, desde el inicio de las protestas en Venezuela originadas por dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que asumió las competencias de la Asamblea Nacional, suprimió la inmunidad parlamentaria y otorgó amplios poderes al Presidente de la República.
"Les estamos diciendo al mundo y al gobierno de los Estados Unidos que nos ayuden porque estamos muy solos luchando en la calle. Necesitamos decirle que Venezuela requiere acciones concretas, porque lo que se está viviendo es una dictadura", expresó Helen Villalonga, presidente de la Asociación de Madres y Mujeres Venezolanas en el Exilio, AMVEX, y una de las organizadoras del evento.
Por su parte, Carlos Vecchio, dirigente de Voluntad Popular y exiliado político, cree que el respaldo que ha dado la comunidad internacional ha sido determinante para denunciar lo que ocurre en el país. Piensa que el panorama es más favorable para un cambio político, porque "hoy (la oposición) estamos más unidos que nunca, el apoyo de la calle es masivo y Maduro ha perdido la legitimidad que tenía".
La protesta en Miami fue propicia también para la donación de medicinas e insumos de emergencia que promueven organizaciones y fundaciones. En esta oportunidad, el programa de Ayuda Humanitaria para Venezuela que colabora desde el año 2014 y que, en la actualidad, respalda a quienes atienden a los heridos durante las protestas, explicó María Jaramillo, de 43 años y con 17 en la nación norteamericana.
Protesta simbólica
Pese el inclemente sol que caractiza el estado de Florida, el tricolor venezolano brilló en una protesta llena de simbolismo, donde no faltaron los minutos de silencio por los caídos, las canciones y los discursos, algunos más efervescentes que otros, en un ambiente lleno de pesadumbre por el número de fallecidos que se han cobrado las protestas en Venezuela.
"Desde acá queremos darle apoyo a todos los estudiantes que están dando la vida por la libertad", indicó Edgar Amador, coordinador de la ONG Juventud Venezolana en el Exterior.
En el lugar fue dibujado un mapa de Venezuela sobre el que fueron colocadas pequeñas cajas, a manera de urnas, en representación de las víctimas en la nación suramericana. En especial, quienes se han visto afectados por la escasez de alimentos y medicamentos como en el caso de los recién nacidos, señaló Karín Salcedo, otra de las organizadoras del evento y quien también perdió un familiar en estas condiciones.
La imagen de Leopoldo López que acompaña la frase "el que se cansa pierde" fue conmemorada por quienes aprovecharon el momento para recordar su cumpleaños en esta fecha.
Los venezolanos tienen timbales
La concentración de venezolanos en la ciudad de Doral contó con la participación de otras comunidades latinas, quienes acudieron en apoyo como Jaime Jáuregui, un cubano de 69 años, casado con Soriana Lupus, oriunda del estado Nueva Esparta.
Allí se dejaron ver las banderas cubanas y colombianas. Entre los asistentes estuvieron las damas de Blanco que representan la disidencia en Cuba y miembros del partido Centro Democrático que lidera el expresidente Álvaro Uribe Vélez, respectivamente.
También hubo vítores de respaldo provenientes de ciudadanos de Ecuador y Honduras, quienes en una pequeña tarima improvisaban discursos, en el que alentaban "continuar con la lucha".
"Los venezolanos tienen timbales, son personas de agallas, uno desde afuera los admira porque están dando la pelea por su libertad", expresó Yanet Benítez, una cubana de 48 años de edad, y madre de tres hijos, quien residen en los Estados Unidos desde 1980.
El apoyo fue insuficiente, sin embargo, para personas como Julio La Rotta, de 38 años de edad y residente en Miami desde 2013, quien esperaba más apoyo de sus connacionales venezolanos.
"Aquí no hay momento para la indiferencia. Basta de fotos de playa, el país ya no es el mismo y la lucha la debemos dar todos desde nuestro espacio. Es el momento de la conciencia", sentenció al tiempo que agitaba una bandera grande de Venezuela.