El exdictador chadiano Hisséne Habré dice no reconocer el tribunal especial encargado de juzgarle, razón por la cual se niega a colaborar en lo que considera una "farsa judicial", indicaron hoy, en rueda de prensa ofrecida en Dakar, los abogados encargados de su defensa.
"El presidente Hisséne Habré no reconoce las cámaras extraordinarias africanas que le han secuestrado y retenido ilegalmente, y ha decidido no colaborar con este tribunal", dijo El Hadj Diouf, uno de los letrados.
Según los representantes de Habré, el tribunal especial "actúa bajo orden del actual presidente de Chad, Idris Deby, que ha financiado por 2 mil millones de francos CFA (unos 3 millones de euros) la organización del proceso".
El exmandatario chadiano fue detenido el pasado domingo por miembros de los servicios de seguridad senegaleses por orden del tribunal especial, que motivó su decisión "por indicios graves y concordantes sobre la responsabilidad personal de Habre en crímenes cometidos entre 1982 y 1990 mientras estaba en el poder en su país".
Ayer, Habré fue imputado por crímenes de guerra, contra la humanidad y torturas, y dictó su detención preventiva a la espera de que sea juzgado en un plazo de 24 meses, según la agenda del tribunal.
Además, los abogados del exdictador chadiano apuntaron que su imputación es una violación de los veredictos del Tribunal de Apelación de Senegal y del Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que coinciden en que no puede ser juzgado por un tribunal senegalés.
A su juicio, el tribunal especial está exclusivamente formado por magistrados senegaleses que no han hecho ningún esfuerzo de investigación, sino que simplemente han copiado informes de varias ONGs de defensa de los derechos humanos.
Según informó hoy la prensa local, el exdictador chadiano está detenido en una unidad especial del Hospital Le Dantec, en Dakar, que acoge a detenidos que padecen de una enfermedad incompatible con las condiciones carcelarias.
Habré ejerció como presidente de Chad entre 1982 y 1990, cuando fue derrocado por el actual presidente chadiano, Idriss Deby, que llegó al poder al frente de una rebelión armada.
Desde hace años, Hisséne Habré, quien se refugió en Senegal, donde le concedieron asilo político, estaba pendiente de un proceso por los crímenes que le imputan varias organizaciones pro derechos humanos.
El Gobierno de Senegal y la Unión Africana (UA) firmaron un acuerdo para la creación en el seno de las jurisdicciones senegalesas de un tribunal especial para juzgar a Habré y sus cómplices.
El ex presidente de Chad, considerado por los organismos de derechos humanos como el "Pinochet africano", está acusado de haber cometido 40.000 asesinatos políticos y ser responsable de 200.000 casos de torturas. /EFE