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El líder del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, sorprendió a los espectadores del primer debate electoral español convirtiendo a la Constitución de ese país en muleta para apoyar sus intervenciones.
El uso, por parte de Iglesias, de la carta magna española indignó a políticos y espectadores de todo el espectro político español, siendo conocida la postura en contra de la Constitución española que tuvo Iglesias en los inicios de su carrera política pública. Durante el debate de este lunes, Iglesias se apropió de la Constitución para, desde su lectura parcial, intentar erigirse en abanderado. Así, ha leído íntegro el artículo 31 para denunciar que España no goza de un sistema fiscal progresivo.
Pero unos años, Iglesias proclamaba que su coalición venía a acabar con "el papelito del 78″, en referencia al año en que fue promulgada la Constitución española.
En las redes, la crítica y las comparaciones no se hicieron esperar. La más repetida: la inevitable comparación con Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
A pesar que, en sus últimas intervenciones ha querido desvincularse, la cercanía de Pablo Iglesias con el proceso político de Chávez y Maduro es conocida. Tanto Iglesias como Podemos han sido acusados en diversos foros de haber recibido financiación del gobierno de Chávez para su formación como partido, algo que han negado tanto Iglesias como Juan Carlos Monedero, los dos fundadores de Podemos.
Lo que sí ha sido público es la admiración que Iglesias profirió en repetidas ocasiones a la "revolución bolivariana", a la que consideraba "un referente necesario en Europa" y de lo que recientemente, en vísperas del inicio de la carrera electoral, se ha arrepentido.