Un funcionario de alto rango de la Fiscalía del estado de Florida (EE.UU.), despedido tras testificar en el caso de George Zimmerman, demandó a esa oficina por despido improcedente y pidió cinco millones de dólares por daños, además de la restitución de su cargo, informaron hoy medios locales.
Ben Kruidbos, director del departamento de tecnología de la información de la oficina de la Fiscalía de Florida, interpuso una demanda por despido injustificado contra la oficina de la fiscal especial del estado, Angela Corey.
La fiscal Corey fue elegida por el gobernador de Florida, Rick Scott, para investigar la muerte en 2012 del adolescente negro desarmado Trayvon Martin, de 17 años, un caso que la funcionaria, muy criticada por su desempeño, llevó ante los tribunales.
Kruidbos había recibido una carta de despido el pasado 11 de julio, un día antes de que el jurado del juicio contra Zimmmerman, el exvigilante voluntario hispano que fue declarado no culpable de la muerte de Martin, comenzara a deliberar sobre este caso que ha conmocionado al país.
La carta de despido acusaba al directivo de actuar de forma "deliberada, premeditada y poco honesta" y le señalaba como alguien en quien no se podía confiar.
Pero la demanda presentada por Kruidbos argumenta que este fue ilegalmente despedido por testificar que los fiscales no entregaron toda la información relativa al caso a la defensa de Zimmerman, de 29 años, exonerado de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario.
Además, la demanda establece que no se le podía despedir por testificar en el juicio contra Zimmerman, ya que había recibido una orden de comparecencia, y que el despido se produce en represalia por sus declaraciones en el proceso judicial.
"Es importante comprender que nosotros no decimos sólo que mi cliente fue despedido de forma improcedente, sino que la fiscal del Estado violó la ley", señaló Wesley White, abogado de Kruidbos.
Las leyes de Florida prohíben despedir a una persona por testificar en un juicio bajo citación, que es justo lo que Corey hizo con Kruidbos, agregó White.
Según las autoridades, Kruidbos violó "numerosas políticas y procedimientos de la oficina de la Fiscalía del Estado (SAO) y mostró una "mala conducta deliberada", especialmente "mayúscula a la luz de su cargo".
Para la Fiscalía, las revelaciones del exdirectivo en las audiencias del caso Zimmerman comprometieron información confidencial del estado.
Kruidbos testificó en una vista judicial previa del juicio que tuvo lugar en un tribunal de la población de Sanford, en el centro de Florida, que el teléfono móvil de Martin, de 17 años, contenía imágenes de joyas sobre una cama, fotos de chicas menores desnudas, marihuana y una pistola.
La muerte de Martin en febrero de 2012 polarizó la opinión pública y generó fuertes protestas en EE.UU. cuando, inicialmente, el vigilante fue liberado y el jefe de la policía local presentó su renuncia.
El movimiento de protesta encabezado por líderes cívicos de la comunidad afroamericana condujo al gobernador Scott a nombrar a la fiscal especial Angela Corey para investigar el caso y llevarlo ante los tribunales. /EFE