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El presidente del BCE, Mario Draghi, describió en su momento que Grecia se iba adentrar en un "terreno desconocido" de consecuencias insospechadas. Y a partir de las doce de la noche sucederá, tras el nuevo fracaso para alcanzar un acuerdo entre los ministros de Finanzas. El país sale del cobijo del rescate, que le garantizaba la asistencia financiera. O lo que es lo mismo se queda sin el último tramo de la ayuda, que le hubiera permitido cumplir con la devolución de 1.500 millones al FMI y de vencimientos que se sucederá en estos días.
Tras el desafío de la convocatoria de un referéndum sobre la aceptación de las condiciones de los acreedores, las negociaciones habían encallado, pero había surgido la esperanza de un acuerdo in extremis con la propuesta de la Comisión Europea que aceptaba retomar las conversaciones a cambio de que el Gobierno de Tsipras defendiera el sí. Sin embargo, el Ejecutivo heleno respondió con una contra oferta abordar un tercer rescate de 26.000 millones de dos años y una reestructuración de la deuda.
Finalmente, el Eurogrupo, reunido por teleconferencia, apenas ha durado una hora y no se ha llegado a ningún acuerdo, pero no han cerrado la puerta a seguir negociando anunciando que continuará mañana miércoles. Pero las posibilidades de que la propuesta griega prospere son casi nulas. El ministro de finanzas finés ha afirmado que "la ampliación del programa de rescate o la quita de la deuda no son posibles", y que la única manera de plantear una tercera ayuda es seguir los cauces establecidos. Y el presidente del órgano advertía que el tercer rescate implicaría unas condiciones más duras, además de señalar que la posición de Atenas "no ha cambiado", respecto al referéndum. A la misma hora del encuentro, el Gobierno griego lanzaba la web para la consulta.
El Eurogrupo ya estaba sentenciado por la postura de Alemania, que en las horas previas a celebrarse ya había indicado que no se abordaría un tercer rescate hasta que no se celebre el referéndum, con lo que se cerraba las posibilidades de un acuerdo in extremis. En eso momentos, se barajaba la posibilidad de que el Eurogrupo podría adoptar un comunicado que contemplara el compromiso de extender el vencimiento de préstamos, rebajar los intereses y extender la moratoria del pago de intereses sería aplicado en octubre.
A los pocos minutos de terminar el Eurogupo, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), de donde sale el dinero de los rescates, ha anunciado que el programa de asistencia financiera expiraba hoy a medianoche. "Lamentablemente para Grecia el programa del FEEF expirará hoy sin ningún acuerdo y con ello los resultados positivos del programa se ponen en riesgo", ha remarcado el presidente del Fondo, Klaus Regling. Grecia se queda sin el último de la ayuda, uno 7.600 millones y la disponibilidad de los 10.900 millones de euros en bonos del FEEFcontenidos hasta ahora para recapitalizar a la banca.
Pero la salida del paragüas del rescate tiene todavía consecuencias más preocupantes. Hasta ahora el BCE ha mantenido en pie al sistema financiero griego con las inyecciones de liquidez de emergencia, conocido como el programa ELA, por su siglas en inglés, pero hasta ahora podía hacerlo porque Grecia se encontraba bajo el programa de rescate. Sin esta ayuda que asciende a 86.000 millones, los bancos hubieran quebrado ante la fuga de depósitos y arrastrado a la economía griega. A partir de mañana el país estará sólo, sin la ayuda de las instituciones, y el BCE tendrá que decidir si mantiene el oxígeno en contra de sus propias reglas.