La Policía de Londres pidió hoy disculpas a la familia de Ian Tomlinson, fallecido en las protestas contra la cumbre del G20 (países ricos y emergentes) en 2009 en Londres, y ha acordado una indemnización para no acudir a los tribunales.
Las fuerzas del orden de Londres han pedido disculpas "sin reservas" por el "excesivo" uso de la fuerza de uno de sus agentes.
Tomlinson, quiosquero de 47 años, murió el 1 de abril de 2009 por hemorragias internas después de ser agredido por el policía Simon Harwood, que desde entonces ha sido suspendido.
La esposa del manifestante, Julia Tomlinson, dijo hoy que la disculpa es "lo más cerca" que van a llegar a "conseguir Justicia" y añadió que finalmente la familia "podrá mirar hacia el futuro".
La viuda y los siete hijos de Tomlinson reclamaban desde hace tiempo una indemnización, si bien el monto económico acordado ahora no ha sido desvelado.
"Pido disculpas sin reservas por el uso excesivo e ilegal de la fuerza de Simon Harwood que causó la muerte de Tomlinson, y por el sufrimiento y la ansiedad causadas a la familia como resultado de ello", dijo hoy la subcomisaria Maxine de Brunner en un comunicado.
La nota también puntualiza que el litigio entre las fuerzas del orden y la familia Tomlinson ha sido resuelto.
"Un acuerdo fuera de los tribunales ha sido acordado y reconoce el sufrimiento que Julia Tomlinson y la familia han soportado con dignidad en los últimos cuatro años", agrega.
"Asumo toda la responsabilidad por las acciones de Simon Harwood el 1 de abril de 2009. Sus acciones descendieron muy por debajo del nivel que esperamos de nuestros agentes", añadió De Brunner.
El vendedor de periódicos Tomlinson murió tras ser agredido por la espalda con una porra por el agente Harwood.
Las protestas del 1 de abril en la "City" (centro financiero de Londres), organizadas en su mayoría por grupos antisistema, fueron las más airadas de las que se celebraron ese día en Londres contra el G20, y motivaron una gran operación policial.
La muerte de Tomlinson por hemorragia interna ha abierto un gran debate en el Reino Unido sobre el papel de sus fuerzas de seguridad. EFE