La canciller alemana, Angela Merkel, expresó hoy de nuevo en Jerusalén su preocupación por la cuestión de las colonias judías, que, en su opinión, socavan la integridad territorial palestina.
En una rueda de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la canciller manifestó su apoyo y el del Gobierno federal a la solución de los dos Estados, "uno palestino y otro judío de Israel",
"Pero para la solución de dos Estados necesitamos integridad territorial", matizó Merkel, quien siempre ha rechazado la política de expansión que lleva a cabo el Gobierno israelí a través del desarrollo de colonias más allá de la línea trazada tras la guerra de 1967.
Según diversas organizaciones y organismos internacionales, esta proliferación y extensión de los asentamientos en Cisjordania hace cada vez más difícil la contigüidad territorial de un futuro Estado palestino.
"Por eso, consideramos la cuestión de los asentamientos con preocupación y en la que no siempre tenemos una sola opinión", recalcó, antes de mostrarse esperanzada sobre la posibilidad de que israelíes y palestinos puedan alcanzar un acuerdo.
"Esperamos que podamos sobreponernos a los problemas y que la solución de dos Estados sea llevada a la práctica con un acuerdo", subrayó.
Pese a sus críticas, Merkel transmitió su apoyo público a los requerimientos en materia de seguridad de Israel y a la demanda israelí de que los palestinos reconozcan este Estado como judío, una de las cuestiones más espinosas del actual proceso de diálogo.
También se mostró contraria a las campañas de boicot a los productos procedentes de las colonias israelíes, posición que Netanyahu agradeció, y consideró que esas iniciativas alejarán a las partes más aún de la paz.
Netanyahu señaló, por su parte, que "puede haber críticas a Israel, es legítimo", pero abundó en que "aquellos que llaman al boicot de Israel no lo hacen contra ningún otro Estado".
El primer ministro resaltó que, a fin de lograr la paz con los palestinos, éstos deben disponer de un Estado desmilitarizado e insistió en que, "sin un reconocimiento palestino de Israel como Estado nacional del pueblo judío, no podrá haber una reconciliación real".
Respecto al programa nuclear iraní, las diferencias entre ambos dirigentes quedaron patentes.
Netanyahu repitió que Teherán "continúa su implacable búsqueda de armas nucleares" y aseguró que ese régimen es "equivalente a 50 Coreas del Norte".
Alemania, que integra el grupo de seis potencias internacionales que negocia con Irán la reducción de su programa atómico, ve éste como una amenaza más global.
"Vemos esta amenaza no sólo como una amenaza para el Estado israelí, sino una amenaza general para Europa también", destacó Merkel.
Su homólogo israelí dejó claro que si Irán persigue fines pacíficos no necesita de centrifugadoras, algo en lo que, afirmó, "están de acuerdo otros líderes regionales, aunque no lo digan públicamente".
La canciller germana defendió el diálogo diplomático para lograr que Irán reduzca a lo mínimo el enriquecimiento de uranio, clave para conseguir la bomba nuclear.
"Está claro que hay una diferencia de opinión en relación a estas negociaciones y de si deberían tener lugar. Hemos fijado el camino del bajo enriquecimiento, pero el enriquecimiento tiene lugar y creo que podemos tener éxito", sostuvo.
Para Merkel, "la cuestión es si seremos capaces de alcanzar un resultado que sea mejor que el actual estado de cosas y hemos decidido que es mejor participar en las negociaciones porque creemos que será mejor que (mantener) el statu quo".
Acompañada por su gabinete, Merkel efectúa una visita de Estado de 24 horas a Israel, país con el que el próximo año Alemania celebra el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.
Pese a que ambos Estados se esfuerzan por mantener buenos lazos de amistad y alianza, comentaristas locales no ocultan que la química entre ambos dirigentes es escasa, la desconfianza abunda y las diferencias de opinión son evidentes. EFE