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Un ministro del gabinete de Japón visitó el sábado un templo en Tokio en el que se honra a militares muertos en conflicto, incluidos criminales de guerra ejecutados, en un proceder que podría reactivar las tensiones con países vecinos en antelación a una gira del presidente Barack Obama por Asia.
El ministro del Interior, Yoshitaka Shindo, oró en el Santuario de Yasukuni, que ha sido punto de fricción entre Japón y las naciones vecinas de China y Corea del Sur. Estos países consideran al templo de Yasukuni un símbolo del militarismo y las repetidas visitas al lugar de los gobernantes japoneses como una falta de remordimiento ante la historia belicista de Japón.
Sin embargo, Shindo dijo que su visita fue personal para orar por los soldados japoneses que perdieron la vida en la batalla de Iwo Jima, una de las más icónicas en la Segunda Guerra Mundial.
"Renové mi compromiso de jamás causar una tragedia similar al tiempo que oré por la paz ante las personas que perdieron su vida en la guerra", declaró Shindo a la prensa al término de su presencia en el lugar, al que visito con un traje formal oscuro.
"Eso es lo que hago cada vez que visito el templo", agregó.
Su visita no causó gran sorpresa debido a que legisladores conservadores habitualmente visitan el santuario durante uno de los diversos festivales anuales.
Sin embargo, el festival de primavera de este año, del 21 al 23 de abril, se superpone parcialmente con la visita de Obama a Japón y al parecer debido a esta situación Shindo llegó el sábado al lugar.
La visita que hizo en diciembre el primer ministro Shinzo Abe a Yasukuni agravó los vínculos con Corea del Sur y China.
Declaraciones anteriores de Abe que dejan entrever sus puntos de vista revisionistas sobre la historia de Japón en los tiempos de guerra y sus planes de política de seguridad nacional dirigidos a que Japón tenga una mayor participación en asuntos de defensa en el ámbito internacional, también han suscitado la cautela de las naciones vecinas.