El papa Francisco se reunió hoy con cuatro ex prostitutas y condenó la trata de personas que sufrieron estas mujeres, un delito que calificó de "un castigo al cuerpo de Cristo".
Las mujeres, que viven bajo protección policial después de reportar a las autoridades los abusos que sufrían, llegaron al Vaticano desde Argentina, Chile, Hungría y República Checa.
Después de mantener una audiencia privada con estas mujeres, Francisco se reunió con autoridades de seguridad y de la Iglesia, que participaron en una conferencia en el Vaticano sobre la trata de personas organizada por los arzobispados británico y galés.
"El tráfico de personas es una herida abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, un castigo al cuerpo de Cristo. Es un crimen contra la humanidad", manfiestó el pontífice.
dpa