Protestas contra el presidente, Jair Bolsonaro, se extendieron por todo Brasil este sábado, un día después que el Supremo Tribunal Federal autorizara una investigación penal a su respuesta a las acusaciones de posibles actos de corrupción relacionados con un acuerdo para la adquisición de vacunas contra el coronavirus.
Los manifestantes se reunieron en más de 40 ciudades del país para exigir un juicio político en contra del mandatario.
Las protestas también se dieron para demandar un mayor acceso a las vacunas contra el COVID-19.
“Si guardamos un minuto de silencio por cada muerto por COVID-19, estaríamos callados hasta junio de 2022”. Se leía en la pancarta que sostenía un hombre en Belém, capital del estado de Pará.
Más de medio millón de brasileños han muerto de COVID-19, según datos oficiales.
En su decisión del viernes, la jueza Rosa Weber, del Supremo Tribunal Federal, señaló que la pesquisa se sustenta con una declaración reciente en una comisión del Senado que investiga el manejo de la pandemia de COVID-19 por el gobierno.
Los fiscales investigarán si Bolsonaro cometió el delito de “prevaricación”, que implica demorar o abstenerse de una acción requerida como parte del deber de un funcionario público por motivos de interés personal. El supremo no descartó la posibilidad de investigar otros posibles delitos.
AP
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