DPA
El hallazgo del cuerpo sin vida de un recluso de 24 años elevó hoy a siete el número de presos muertos en el complejo penal de Pedrinhas, en el nororiental estado brasileño de Maranhao, donde otros 63 reos fueron ultimados a lo largo del año pasado.
Según la Secretaría de Justicia y Administración Penal (Sejap) local, Laurencio Silva, quien cumplía una condena por tráfico de drogas, fue ahorcado en su celda y se convirtió en la séptima víctima fatal registrada en Pedrinhas en lo que va de este año -y la cuarta, desde el sábado último.
En un escueto comunicado oficial divulgado en la capital, Sao Luis, la Secretaría informó que "abrirá investigaciones para descubrir los responsables y las circunstancias de este suceso".
El complejo carcelario de Pedrinhas vive una crisis de seguridad desde 2013 a raíz de disputas entre facciones rivales, agravadas por la sobreocupación del penal que tiene capacidad para acoger a 1.770 presos, pero que, según los últimos datos oficiales, alberga actualmente a 2.196.
Desde comienzos de este año, la Fuerza Nacional de Seguridad apoya las autoridades de Maranhao en la tarea de custodiar las cárceles ubicadas en la región metropolitana de Sao Luis, lo que sin embargo no ha sido suficiente para frenar la tensión en Pedrinhas, donde se siguen registrando asesinatos, motines y fugas de presos.
Una investigación realizada por la Comisión de Derechos Humanos del Senado que visitó el complejo penal en enero reveló que esa cárcel alberga "facciones criminales que mantienen el control interno y que también tienen influencia fuera del penal, impulsando rebeliones y poniendo en riesgo la vida de la población".
"El Estado necesita asumir el control: el penal no puede seguir siendo controlado por grupos criminales", expresó la senadora Ana Rita, la autora del informe final de la comisión, al aludir a los ataques criminales a autobuses y comisarías ocurridos a comienzos de este año en Sao Luis, supuestamente ordenado por reclusos de Pedrinhas.
Según el diario "Folha de Sao Paulo", ante la crisis el Ministerio Público Federal estudia actualmente dictar una intervención federal en el sistema carcelario de Maranhao.