Autoridades policiales de Texas advirtieron a los ciudadanos sobre los riesgos de comprar matrículas para sus vehículos por medio de las redes sociales. Explicaron que, tanto la compra como la venta de placas falsas, constituyen un delito.
Las personas pueden conseguir placas para sus vehículos por medio de Facebook, cuya venta es ilegítima, remarcaron las autoridades.
Cuando alguien compra una placa, incurre en un delito de clase C, que es un delito menor que derivará en una multa.
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En cambio, quienes se dedican a la venta de placas por internet, enfrentarán mayores cargos.
No obstante, si un conductor lleva placas falsas en su carro, podría ocasionar que la policía retenga su vehículo, se le cite en la corte y pague distintas multas.
“Por unos 45 dólares puede obtener esta placa temporal, válida por 30 días”, señala una publicación realizada por los vendedores a través de las redes sociales, reseña Univisión.
Aunque parece un documento real, las placas temporales falsas forman parte de un negocio criminal, según explicó el sargento José Escribano del condado Travis, Texas.
“El problema es que las personas que las están buscando y a quienes siempre les venden estas placas son de la comunidad hispana; son las víctimas. Hemos dicho que por favor no compren las placas, pero las siguen comprando”, dijo el sargento.
Escribano investiga la venta y compra de placas temporales desde hace tres años. De acuerdo con el sargento, esto va más allá de “comprar un papel o imprimirlo”.
Se trata de un negocio en el que muchos criminales recurren a la compra de estos documentos para cometer delitos, como robos y asaltos hasta asesinatos y tráfico de personas.
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Según autoridades, se estima que hay aproximadamente 2 millones de placas falsas de Texas en todo el país. “Hay placas falsas de Texas hasta en Nueva York”, indicó Escribano.
De acuerdo con el sargento, esto se debe al fácil acceso al portal de impresión de etiquetas en línea y la falta de un sistema de seguridad más estricto a la hora de licenciar a concesionarios de autos.
El año pasado, el Departamento de Vehículos Motorizados cerró cuatro concesionarios de automóviles ficticios que emitieron un total combinado de 585 mil etiquetas temporales de Texas.
Tres personas resultaron acusadas en un tribunal federal de Houston por el plan y se enfrentan a 15 cargos relacionados con conspiración y fraude electrónico.
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