María Cordero
Los venezolanos en el exterior deben afrontar todos los días nuevos retos. En algunos países ya se superó la xenofobia en otros el maltrato la-boral, y cuando las cosas parecían calmarse en España llega la pandemia y pone a todos a correr.
En España, país europeo con el número más alto de venezolanos según datos oficiales del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), muchos criollos se encuentran angustiados sin saber cómo lidiar con los pagos y demás gastos ante la cuarentena obligatoria impuesta por el Jefe de Gobierno Pedro Sánchez.
Gabriel Fernández Pereira vive en Vigo (Galicia), e indicó que a pesar de lo desesperante que significa estar en cuarentena él y su familia se llenan de calma sabiendo que tienen salud y están juntos.
“Lo que hacemos es estar en casa todo el día sin salir a menos que sea necesario, para no caer en desespero lo que hacemos es pasar el tiempo viendo películas, armando rompecabezas, jugando con los celulares. Son momentos de mucha ansiedad por lo que te da por comer a todas horas pero siempre nuestra frase que nos tranquiliza es que estamos bien salud, y no estamos en un hospital padeciendo este tipo de virus”.
En cuanto a los gastos que se generan independientemente de la crisis, como los pagos de los servicios, Fernández señaló que “a mí y a mi esposa nos hicieron un despido temporal llamado ERTE ( Expediente de Regulación de Empleo Temporal), un paro forzoso que lo paga el Ministerio de Trabajo. Obviamente eso rperesenta una parte parcial de tu sueldo y suele ser el 70% del sueldo base.
Aquí nos están cobrando todo igualmente: luz, agua, alquiler, teléfonos e internet, ese es nuestro caso porque hay personas que las despidieron definitivo y sin derecho a nada”. Otro de los casos de venezolanos que han tenido que ajustar sus gastos y amoldarse a la situación del país para evitar un contagio es el de Mónica Velo, quien está residencia en Coruña y fue despedida y enviada al ERTE.
“Mucha gente está teletrabajando y otro grupo hemos sido despedidos o enviados al ERTE, ese es una especie de subsidio del gobierno. Las empresas se declaran incapaces de pagar sueldos en esta coyuntura y el Estado se hace cargo del 75% de los salarios de esos trabajadores hasta que acabe el estado de alarma. En mi caso es bajo debido a que cobro por comisiones y mi sueldo base es bajo, mi esposo es diseñador y su trabajo sí lo realiza desde casa”.
Agregó que los gastos siguen siendo continuos con el pago de los servicios, “Hasta ahora no han condonado el pago de ningún servicio. Pero el estado ha aprobado un subsidio para quienes se hayan visto afectados por el Coronavirus de alguna u otra forma, el resto estamos pagando nuestros servicios como podemos, en cuanto a los alquileres los alquileres algunos dueños han llegado a acuerdos con inquilinos para perdonarles el mes de abril, pero muchos otros no han brindado esa opción ni han tocado el tema hasta ahora”.
Velo, quien vive con sus padres de la tercera edad (Santiago Velo, quien debe trabajar a diario por ser obrero en los galpones de DHL y Pilar Marín, quien trabaja en casa de familia) salen a diario, por lo que tuvo que adoptar el ambiente de casa para que a la llegada de cada uno haya cuidados. “Ellos al igual que mi esposo cuando sale a hacer las compras deben seguir el protocolo de quitarse toda la ropa antes de entrar en casa y lavarla a temperatura de 60° para posteriormente entrar a bañarse”.
En cuanto a las labores escolares de los pequeños, comentó que “los niños están recibiendo clases a través de los canales del estado. Diarias, por horas se han clasificado los grados entre primaria y bachillerato. Una materia por día. Cada colegio ha abierto blogs pasa asignar actividades y que los niños las hagan en casa”.
Angélica Polanco, quien vive en Madrid, explicó que “el laboratorio para el que trabajo tomó las previsiones y desde el día 13 de marzo nos enviaron a casa a teletrabajar en casa, pues tenemos que cumplir la cuarentena. Salimos estrictamente a comprar comida y sale solo una persona. En mi trabajo tengo hora de entrada más no de salida, el pago de los servicios el Estado aún no ha hecho anuncios de congelarlos, indicaron algo de las hipotecas pero es difícil cumplirlo, ellos están más preocupados por la parte económica que sanitaria, por lo que no han tomado las medidas como en Francia.
Los alquileres son algo privado y es complicado tomar partido en eso, igual hay personas que las han despedido y enviado al ERTE, y deben esperar hasta el 10 de abril que paguen un porcentaje del sueldo base que tenían, lo que lo hace más complicado”.
Otros la ven más difícil como Malvin Bernal, quien trabajaba en una cafetería y desde el pasado 13 de marzo fue despedida. Desde entonces ha tenido que recurrir a sus ahorros y préstamos para sobrellevar la situación, ante la falta de pago laboral y una respuesta por parte del ERTE donde fue incluida.
Existen también casos como el de Daniel Díaz Iztúriz, quien trabaja en un supermercado y debe presentarse a diario. “No uso transporte público porque me da miedo, me voy en bici a trabajar, allí nos dan las mascarillas, guantes y antibacterial. Igual al llegar a mi casa la ropa la dejo en la parte de afuera de la ventana desde las zapatillas hasta el pantalón, no dejo nada dentro pero debo trabajar”.
2020-03-30
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