EFE
El Gobierno de Colombia anunció este domingo el cierre de las "acciones humanitarias" para atender en el departamento de Norte de Santander (noreste) a los expulsados y retornados de Venezuela tras la clausura del paso fronterizo por esa zona, ordenado por el vecino país desde el pasado 19 de agosto.
"Ha sido una labor enfocada al bienestar de más de 6.000 personas que pasaron por los albergues que existieron en Cúcuta y Villa del Rosario", afirmó el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez, según un comunicado difundido por la Presidencia colombiana.
A Cúcuta y Villa del Rosario, localidades de Norte de Santander que colindan con el estado venezolano de Táchira, llegaron miles de personas tras el cierre fronterizo decretado por el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como parte de las acciones para combatir el narcotráfico y el paramilitarismo en la zona fronteriza.
Márquez señaló que se destinaron alrededor de 20.000 millones de pesos (unos 6,9 millones de dólares) en la operación puesta en marcha por las autoridades colombianas.
Según la información, se brindó alojamiento temporal a 6.129 personas, se apoyó a 2.981 familias para su traslado y el de sus enseres a otras zonas del país y se firmaron 4.408 contratos de arrendamiento para los afectados.
Además se expidieron 5.415 documentos de identidad y 507 libretas militares, al tiempo que se prestó atención consular para la reunificación de unas 667 familias.
El informe detalló que fueron vacunadas 4.853 personas contra varicela, influenza y hepatitis A, se brindó atención prehospitalaria y hospitalaria a 10.541 personas y se transportaron 1.449 personas en ambulancia por el corredor humanitario que se creó en la frontera entre ambos países.
Dicho corredor facilitó además el paso de 1.429 niños que estudian del lado colombiano de la frontera.
Las autoridades apoyaron de igual forma a 1.568 personas para su ubicación laboral y a otras 709 que se encuentran en procesos de formación.
El cierre comenzó con los pasos fronterizos de Cúcuta con las ciudades venezolanas de Ureña y San Antonio del Táchira y continuó con los que comunican a los departamentos colombianos de La Guajira y Arauca con los estados de Zulia y Apure, respectivamente.
Como consecuencia del cierre fronterizo, más de 22.000 colombianos han salido de Venezuela entre expulsados y retornados, según fuentes oficiales colombianas.