Theodoraskis Morales
El director de la ONG Ciudadanía en Acción, Edison Arciniega, afirmó que la alimentación de la población venezolana se ha visto afectada por las fallas en la distribución de alimentos, el bajo poder adquisitivo de las personas y la escasez de productos que hay en el país.
Sin embargo, aclaró que la cantidad de alimentos que hay en los stocks del país está en aumento si se hace una comparación con los años 2019 y 2020. “Debido al problema de la movilidad que hay en la nación, estamos en una posibilidad muy cierta de que la agricultura venezolana colapse”, dijo.
Arciniega, quien estuvo como invitado en La Conversa 2.0, que realiza el director del Diario 2001, Juan Ernesto Páez-Pumar, aseguró que “esto implica que hubo un salto importante en este indicador respecto a 2019 año en el que el país tuvo apenas el 36% de los alimentos que requería. Hubo más alimentos en el año 2020, casi dos millones de toneladas métricas más que alimentos con respecto a 2019”.
Falta comida
Reveló que el país llegó a las 5.173.000 toneladas métricas, y le faltaron 6.898.000 toneladas métricas. Vemos un avance si lo comparamos con 2019, cuando faltaban dos tercios. Hoy falta el 55%”.
El sociólogo asegura que actualmente la comida que se distribuye en Venezuela alcanza para un 50 % de la población. “Un alerta importante es con nuestra agroindustria, que venía teniendo un crecimiento muy importante, pero la falta de combustible y las carencias técnicas ralentizaron la producción”. A estas vicisitudes, el experto asegura que también las fallas en el suministro de agua potable genera un problema en el campo criollo y en los sectores marginados.
Sobre la dieta del venezolano, señaló que según el biotipo de los connacionales se debería estar consumiendo unos 75 gramos de proteínas, pero aclara que actualmente el promedio es de 21.
“Esto es grave. Estamos en una subingesta y eso afecta el desarrollo y el crecimiento. De acuerdo al biotipo nacional se debería consumir unas 2.200 calorías y hay un promedio (2/3 de las personas) que solo consume unas 1.500, pero hay un segmento de la población que está por debajo de las mil”, acota.
Arciniega hace la salvedad de que este bajo consumo no causa la muerte, pero sí genera problemas en la salud del individuo.
El director de la ONG sostiene que hay unos indicadores que señalan la calidad de vida de las familias “en los sectores populares se presentan unos casos muy alarmantes. Al menos el 40% se están aplicando desprenderse de sus activos, se están descapitalizando para poder comprar y suplir las carencias alimentarias”.
Carencias graves
“Las fracciones alimentarias deben estar en los 500 y 600 gramos. En estos momentos, en los sectores más pobres, no llegan a los 220 gramos. Incluso hay otros menos favorecidos que están en los 150”, aseveró Arciniegas, quien denunció “que los pobres están comiendo muy mal”.
Sostuvo que el plan bandera de alimentación de la Administración de Nicolás Maduro, llamada CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) ya no es suficiente para suplir las necesidades alimenticias de la población de Venezuela.
Además, asegura que las fallas alimenticias generarán problemas sanitarios y laborales dentro de cuatro o cinco años. “Estamos en un país dividido a tercios, dos tercios (2/3) van en mejores condiciones y otro que van definitivamente mal, y este último tendrá muchos problemas para insertarse o ser competitivos en el ámbito laboral y educativo”.
Incluso, hace la denuncia que una persona con condiciones muy precarias en la ingesta de calorías y proteínas puede vivir 15 años menos.
Generación “pitufa”
“Quizás la cuarta parte de los niños van a tener un retraso de estatura”. Afirma que un niño con carencia alimentaria en la edad de seis y ocho años va a tener falla de ocho centímetro en altura.
Indica que la gordura y el sobrepeso no es sinónimo de una buena alimentación. “Es una patología que decanta unas situaciones sanitarias indebidas. Una persona con más de 15 % de sobrepeso es una persona con una expectativa de vida por debajo del 20% de las delgadas. Estas afirmaciones contravienen de las declaraciones de algunos personeros del gobierno que aseguran que ‘en Venezuela no se pasa hambre porque hay muchos gordos’”.
“El gobierno se equivoca, la gordura no es por comer bien o sano. Es un problema que trae dificultades cardiacas, entre otras patologías sanitarias. Muchas personas con sobrepeso seguro están teniendo fallas en su alimentación”, dijo.
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