Zandy Aliendres/[email protected]
A finales del año pasado, unas alpargatas en una tienda de zapatos en el bulevar de Sabana Grande marcaban como precio Bs. 400. Hoy, el mismo producto cuesta Bs. 900.
El alto costo de la vida no pasa desapercibido y se siente fuertemente en el bolsillo.
“Antes, uno compraba una blusa en 300 bolívares, ahora una blusa te vale 1.500 bolívares”, recuerda Conny Estrada.
Este fenómeno no solo se ve en materia textil, sino en todos los rubros del país, consecuencia de una inflación que para 2014 fue de 68%, según cifras del Banco Central de Venezuela.
Cuando está en el ambiente un decreto de aumento del sueldo mínimo por la celebración del Día del trabajador, los transeúntes de la Gran Caracas dudan que este incremento solucione sus problemas financieros.
“Cada vez que dicen aumento, todos los rubros aumentan el triple”, asegura Elsa Sánchez, jubilada.
La misma percepción la tiene el coordinador de operaciones Randolph Olivares, quien asevera que “aumentar los sueldos implica aumento inmediato de todos los bienes y servicios”. Pone como ejemplo los ya anunciados ajustes en las tarifas de telefonía móvil.
Los especialistas en la materia sostienen que el poder adquisitivo del venezolano ha presentado una caída constante y que, de no efectuarse políticas económicas adecuadas por parte del Gobierno Nacional, continuará.
Asdrúbal Oliveros, director de la compañía de asesoría económica y financiera Ecoanalítica, recuerda que en 2014 el poder adquisitivo del venezolano cayó en un 17% y sostiene que, según las proyecciones, se espera que para este año el descenso sea de 20,15%.
¿Por qué esta caída? Según Oliveros, esto se debe a varias razones.
“En 2012 la inflación cerró cerca del 20%, luego se disparó en 2013 por encima del 50%, el año pasado cerró en 68%, y este año nuestra proyección es que llegue en 130%. Entonces, a un ritmo de aceleración tan fuerte en materia inflacionaria, los incrementos de los salarios no son compensados”, explica.
Otro punto que suma es la contracción de la actividad económica. Apunta que el año pasado la economía cayó cerca del 4% y se espera que para 2015 la caída sea de 7%.
“La contracción económica hace que las empresas tengan poco margen de maniobra para hacer incrementos de sueldo en formas representativas”, indica.
Al igual que muchos ciudadanos de a pie, el experto en economía asegura que los incrementos salariales no son sinónimo de prosperidad.
Detalla que en la teoría económica, los aumentos salariales constantes son “un reflejo de que hay un problema económico”.
Recuerda que el año pasado, el presidente Nicolás Maduro aumentó el sueldo tres veces, cuando ya lo había hecho en dos oportunidades para 2013. No descarta que, luego del aumento tradicional del 1ero de mayo, vuelvan a ajustarse los sueldos mínimos, sobre todo en fechas previas a las elecciones parlamentarias.
Los ciudadanos de a pie creen que no sirve de mucho tener más dinero cuando el costo de la vida sigue por las nubes, por lo que instan al Gobierno a que se aumente la producción nacional.
“La solución es hacer una política económica, abrir empresas, el auge industrial que ha cerrado por las famosas expropiaciones”, opina la señora Sánchez.
2015-04-27