“El venezolano deja todo para última hora”, así dice un refrán criollo, y eso parece ser verídico.
Ya va a finalizar el 2021 y algunos connacionales aún no terminan de hacer sus compras para recibir el Año Nuevo.
Muchos todavía no terminan de “parapetear” sus casas y otros que se apresuran a comprar las uvas y el vino para despedir al año viejo.
En un recorrido que realizó 2001 por El Silencio, el Bulevar de Catia y Sabana Grande se verificaron las compras de última hora.
Belleza y calzado
Johana Colorado se bajó en Plaza Venezuela para recorrer toda Sabana Grande. Ella buscaba un tinte, un par de zapatos para ella y su chama y ver que otra cosita le alcanza con el dinero que llevaba.
“Quiero recibir el año con un nuevo look. El cabello me lo va a pintar mi prima. Las peluquerías en estas fechas están full. Quiero comprar varias cosas y las uvas, en mi familia acostumbramos a comprarlas el mismo 31”, dijo Colorado.
Por su parte, Diego Rondón andaba por las inmediaciones de la estación Chacaíto.
“La cosa estuvo ruda este año, pero mejor que el 2019. Le voy a comprar a mi hijo un par de zapatos y uno jeans. Quiero que estrene para que el 2022 le traiga más cosas. En mi familia brindamos con lo que haya. Este no va a ser diferente. Con su respectivo vino y las uvas de los deseos. Siempre tratamos de seguir la tradición familiar”, soltó el joven.
Todo para última hora…
En El Silencio las personas sobrepasaban las aceras. La calle quedó pequeña. Los vendedores ambulantes de manzanas, fresas y uvas estaban “haciendo su agosto”. Ofertaban el kilo de uvas importadas entre 9 y 11 dólares.
Había personas que le compraban. Según “son de buena calidad”, dijo una entrevistada.
“Los trinitarios siempre venden bien. Las manzanas pequeñas están dos por un dólar. Las uvas no pueden faltar en la celebración del Año Nuevo. Ya es costumbre en mi hogar", dijo Ana Fernández, quien también buscaba un sitio para “arreglarse los pies y hacerse manicure”.
Fernández comenta que hasta última hora hace arreglos a su hogar, pues ella desea “que el año entrante consiga la casa bonita para que nunca falte nada”.
El Bulevar de Catia estaba a reventar. No cabía un alfiler. Las promociones variaban para todos los gustos. Uvas, manzanas, ron del barato, vino espumosos (La Española) y casi todo “a precio de remate”.
Un vendedor de uvas afirmó que la venta estaba floja, pero mejor que a principio de mes.
“La tradición de comer uvas como que se está perdiendo. Yo invertí y espero sacar algo de ganancia. El año pasado (2020) no me atreví, la situación estaba ruda. Espero vender todo. Mañana (hoy) las remato”.
Las peluquerías en este sector de la ciudad estaban llenas. “Las mujeres somos muy coquetas. Los peinados se tienen que hacer el mismo día o un día antes, para que no se dañen con el trajín de la tarde”, argumentó Yadira Sánchez, dueña del salón de belleza SanYa.
Lea también: LAS 12 UVAS REINARÁN EN LA NOCHE DEL 31-D
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online