Tras haberse realizado las elecciones primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quedó claro cuál es el piso electoral del oficialismo. Al mismo tiempo, comprobaron ante el mundo que en efecto están bastante debilitados desde el punto de vista de la credibilidad de los votantes y sus propios electores.
Han venido en un franco declive tomando en consideración que su piso venía siendo entre cinco y seis millones de votos. Al día de hoy cuentan con unos 3 millones y medio de votos.
El oficialismo movió su maquinaria
La verdad es que han estado perdiendo mucha popularidad, tomando en consideración que son aproximadamente ocho millones de chavistas inscritos en el PSUV. Diosdado Cabello dijo que estimaban que votaron cinco millones y medio, y la realidad es que votaron sólo 3.5 millones.
Todo esto es una realidad. Así como también la es que la oposición en estos momentos se encuentra igual o más debilitado que el partido de gobierno simplemente por sus inmaduras divisiones. Y digo inmaduras divisiones porque el todo se trata en estos momentos de quién es más digno que quien.
Entonces, tenemos en este momento un escenario donde el partido de gobierno ya tiene a sus candidatos a gobernador y a alcaldes, además de la maqueta de aspirantes a concejales y diputados regionales, en alianza con el Gran Polo Patriótico.
Mientras que por el lado opositor, que encarna el sentimiento de descontento de un pueblo que no quiere seguir por esta vía política en que vamos, decide estar segmentada en cuatro facciones.
Está conformada por la oposición G4 + Guaidó, Alianza Democrática, Fuerza Vecinal más alcaldes opositores y los partidos minoritarios.
Profunda reflexión
Esta nueva segmentación de la política que nos han puesto en los últimos meses creo que debe llevar a una profunda reflexión a los factores opositores, sobre todos aquellos que tienen la tarjeta de la manito en su poder, ya que estamos a las puertas de un escenario muchísimo pero muchísimo mejor que el del 2015 cuando se ganó la mayoría calificada en la Asamblea Nacional.
Estamos hablando que pudiéramos tener al menos la mitad del país en espacios políticos de gobernaciones y las principales capitales de los estados con mayor influencia. Pero hoy, a escasas horas de iniciar el periodo de postulaciones e inscripciones de candidatos, el debate en todos aquellos que adversan al gobierno es quién es más digno que quien.
No sé si el chiste se cuenta solo o es que la inmadurez llega a estos niveles. Damos pena y vergüenza cuando les demostramos que nos es mucho más fácil sentarnos hablar con el gobierno que adversamos, en vez de con quienes tenemos el mismo norte, solo que distintas vías para llegar. ¡Entonces no merecemos llegar al poder!
Sólo terminaré diciendo: ojalá las primarias del chavismo unieran a la ya fragmentada oposición y lograr un escenario del 2015 pero por vías democráticas.
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