La vida de consagración religiosa sigue siendo una opción para muchas mujeres, que sienten un profundo llamado a dedicar su existencia a Dios y al servicio religioso.
Convertirse en monja en Venezuela es un camino de fe, discernimiento y formación, si bien tiene principios universales, se arraiga en la realidad de las comunidades religiosas presentes en el país.
No se considera un estudio en el sentido académico tradicional, sino una inmersión profunda en la vida espiritual y comunitaria.
¿Cuáles son los requisitos para ser monja?
Las congregaciones religiosas buscan candidatas que cumplan con ciertos criterios fundamentales:
Debe ser católica y vivir en comunión con la Iglesia es el punto de partida. Generalmente, se pide que su estado civil sea soltera, sin haber estado casada y sin hijos.
Si bien el rango de edad suele ser entre los 18 y los 35 años, algunas órdenes pueden considerar vocaciones tardías. Es crucial poseer madurez personal, estabilidad emocional y capacidad para la convivencia.
Así como tener buena salud física y mental para afrontar las exigencias de la vida comunitaria.
Pero lo más importante de todo, es tener una profunda vocación hacia Dios.
Etapas del camino vocacional
El sendero para convertirse en monja se construye paso a paso:
- Aspirantado: la joven dedica tiempo a la oración personal y, guiada por un director espiritual, además participa en retiros y convivencias para conocer la rutina diaria de las hermanas.
- Postulantado: una vez que la comunidad vea que la joven tiene una posible vocación, ingresa al convento como postulante. Durante de este período, el cual dura meses o un año, este es un tiempo de confirmación.
- Noviciado: si el discernimiento avanza positivamente, la postulante es admitida al noviciado, un periodo intensivo de aproximadamente dos años, donde recibe el hábito religioso de estudios de la Biblia, teología, entre otros.
Al finalizar el noviciado, la monja hace sus primeros votos temporales de pobreza, castidad y obediencia, luego de un período entre tres y nueve años la monja realiza la profesión solemne.
¿Se puede ser monja al tener hijos?
Si una mujer estuvo casada, debe haber recibido la sentencia de nulidad matrimonial por parte de un tribunal eclesiástico, donde constate que el matrimonio nunca existió.
No en todos los lugares son permitidos, pero "hay algunas iglesias en las que el hecho de tener hijos no impide ser monja, pero ellos deben ser económicamente independientes de la madre", según algunas monjas consultadas.
Para aquellas jóvenes venezolanas que sienten esta llamada, el primer paso es hablar con sacerdotes o religiosas, para recibir orientación y apoyo en este trascendental camino de fe y entrega.
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