Al mirar atrás, los novios, novias y amantes perdidos son los más difíciles de olvidar. Este apego se debe a que las pérdidas amorosas son las que más arrepentimiento generan.
Neal Roese, un especialista en marketing de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos), realizó un estudio donde encontró que las personas sienten mucho más arrepentimiento por las decisiones tomadas en torno al amor y la familia que el trabajo.
″El arrepentimiento puede derivar del amor o el trabajo, pero aquel que viene del amor es más difícil de superar. Las relaciones sociales son el componente fundamental de los arrepentimientos de la vida. Los matrimonios que fracasan, los romances turbulentos y el tiempo perdido con la familia pueden generar arrepentimientos que duran una vida″, asegura el experto, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista Social Psychological and Personality Science.
DECISIONES QUE DUELEN
El experto realizó una serie de experimentos que incluyeron hasta 550 hombres y mujeres que podían ser jóvenes estudiantes universitarios o adultos. En estos estudios los investigadores analizaron como afectan a las personas las decisiones que lamentan y que impacto tienen en su vida social.
Roese notó que las decisiones como terminar una relación o ser infiel generan arrepentimientos mucho más fuertes e intensos que las opciones en torno al trabajo, como renunciar.
El experto considera que los arrepentimientos que conciernen las relaciones son muy intensos porque afectan la necesidad de una persona de pertenecer. ″Pertenecer, como motivo humano fundamental, se conecta de manera poderosa al bienestar y a la salud mental. Nuestra investigación deja en claro que, aunque los arrepentimientos tienen muchas facetas con diversas consecuencias, el impacto social es muy alto″, explican los autores./MSN