Redacción Manrique Rojas / [email protected]
Olivares es especialista en tratar a pacientes con cáncer. Trabaja en hospitales. Fue dirigente estudiantil y le tomó el gusto a las campañas. Tiene un programa de radio. Fanático de la pesca y el beisbol.
“Más son las batallas que se ganan que las que se pierden en cualquier terreno”, dice Olivares, al tiempo de recordar una de las experiencias que lo marcó como médico. “Nunca podré olvidar a Keiver Castro”, un bebé de 3 añitos diagnosticado con un tumor maligno en el ojo: “Hicimos todo lo humana y científicamente posible para salvarlo, lo tuvimos hospitalizado tres meses recibiendo tratamiento con quimioterapia, pero se nos fue tras la aparición de metástasis”.
Pero también hay finales felices como eso de “ver la cara de otros niños que podrán seguir con una vida plena. Es imposible no crear un nexo con alguno que sale, te abraza, y cuando te ve te dice ‘gracias por salvarme’, esto genera gran sentimiento, sobre todo en personas como yo, que no sueño con ser Presidente o alcalde, sino con ser papá”.
Lea más de esta entrevista en la edición especial Aniversario 2001
2015-07-17