Jheilyn Cermeño
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En el año 2011, el difunto Presidente Hugo Chávez declaró como inhabitable el barrio Blandín, ubicado en los alrededores de la carretera vieja Caracas-La Guaira. Desde entonces, entes locales y nacionales han tenido la tarea de desalojarlo y evitar nuevas ocupaciones y edificaciones.
Sin embargo, en la actualidad, al menos 225 familias de las casi cuatro mil que habitaban la comunidad en ese entonces aún viven en riesgo.
Carmen Yoleisi, residente en el sector Puente Rojo, relata que tiene 33 años habitando en Blandín, y que se ha tenido que llenar de valor para esperar su nuevo hogar, porque a un refugio no está dispuesta a ir.
“Los pocos que quedamos sabemos que corremos un gran riesgo, pero nunca estuvimos dispuestos a irnos a un albergue porque allí la inseguridad es peor. Aquí nos cuidamos de la naturaleza, pero en otro lado nos tendremos que cuidar de quienes estén a nuestro lado”, dijo.
Explicó que los pocos grupos familiares que aún residen en la zona esperan por la adjudicación en el complejo habitacional de la Gran Misión Vivienda Venezuela “La Mauri”, donde hace unos meses 89 familias recibieron apartamentos.
Mientras tanto
De Puente Rojo, Genoveva y Simón Bolívar hay personas que han sido reubicadas en casas que fueron desocupadas y no demolidas, y otras que, pese a que desde un inicio se fueron a refugios, no han obtenido su vivienda.
Yuraima Linares, también residente, refiere que no ha sido fácil vivir entre casas derrumbadas luego de ver cómo las aguas de la quebrada arrastraron el cuerpo de su abuelo. “Cuando llueve, mi abuela quiere salirse de la casa. Ella quedó sufriendo de los nervios después de la tragedia. Mi casa fue derrumbada y una tía me prestó la de ella porque estaba en mejores condiciones”, acotó.
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