Redacción Jheilyn Cermeño/ [email protected]
Los alimentos populares se han encarecido y otros rubros han desaparecido de los anaqueles. Recientemente la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), detalló que el consumo de carne bajó de 23 kilogramos a 13 kilogramos per cápita, lo que traduce que los venezolanos consumen menos carne que hace tres años.
Andreína Fernández, nutricionista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), asegura que en la dieta del venezolano predomina el consumo de grasas y carbohidratos.
“En las consultas diarias cuando le preguntas al paciente qué comió el día anterior, omiten la carne y hasta el pollo que es un poco más económico. El pescado tampoco es una opción”, dijo.
La especialista en nutrición agrega con preocupación, que el aporte proteico está siendo sustituido.
“Los hábitos más recientes son arroz con queso, arepa con mantequilla y hasta pasta con mantequilla. En Algunos casos cuando las familias son numerosas utilizan los huevos como una alternativa”.
Fernández comentó que otra práctica es la compra de otras partes del pollo, evitando el muslo y la pechuga. “Muchos prefieren las alas”.
Nixa Martínez, presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, señala que la falta de proteínas así como de otros nutrientes ocasionan secuelas a largo plazo.
“Pérdida de masa muscular, debilidad en el sistema inmune ya que las proteínas también participan en el proceso, alteraciones hormonales”, informó, al tiempo que añadió que los niños serían los más perjudicados. “Ellos son los que más requieren el aporte de proteínas para su desarrollo y crecimiento. Si no le aportamos esos nutrientes el niño va a presentar déficit tanto intelectual como a nivel inmunológico y es cuando salen a relucir enfermedades infecto contagiosas, afectando su salud”.
Martínez, agregó que en la actualidad, la población en general se está viendo gorda y lo dicho sobre que el venezolano está comiendo bien, “eso es falso”.
El volumen que presenta es por el acumulo de grasa, por la falta de proteínas porque la proteína absorbe esa parte de esa grasa, de hecho que forma la masa muscular en sí, pero no se tiene masa muscular, lo que hay es un conjunto lioliposo acumulado y eso va incrementar más el índice de obesidad”.
La sopa es la que manda. Ante la dificultad para adquirir carne o cualquier otra proteína consumidores recurren a la sopa, ya que rinde y es más fácil de elaborar.
“Somos una familia de 10 y todo esta muy costoso, por lo general hacemos una colecta, compramos verduras, costilla y cocinamos una olla completa”, relató Luis Almeida.
Lo mismo opinó María del Mar Rojas. “De lo poco que se compra en la semana siempre dejamos que si hueso o carapachos, compramos costilla o pollo y hacemos una sopa”.
No obstante, para Angélica Lobo, los huevos son la mejor opción. “La carne está muy cara. A veces pasamos hasta un mes sin poder comerla, tampoco pollo a menos que lo compremos en Mercal. Por eso los huevos no faltan y los acompañamos con arroz y sardina”.
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2015-10-13