Diario 2001
No renunciar al tabaco una vez que se ha recibido un diagnóstico de esclerosis múltiple parece estar asociado con una aceleración de la progresión de la enfermedad, según un estudio de una universidad sueca publicado este miércoles.
La esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa y el tabaco es uno de los factores de riesgo conocidos. La dolencia comienza con un curso inicial de recaídas y empeoramientos irregulares y, por lo general, unos 20 años después, pasa a la fase de enfermedad progresiva.
Un equipo de la Universidad Karolinska de Estocolmo estudió a 728 pacientes que fumaban en el momento del diagnóstico, de los que 216 ya habían pasado a la segunda fase de la enfermedad.
El estudio sugiere que cada año en el que un paciente seguía fumando después de ser diagnosticado aceleraba en un 4,7 % el tiempo en que empezaba a desarrollar la segunda fase de la enfermedad.
Apuntan que los pacientes que siguieron fumando cada año después del diagnóstico pasaban a la siguiente fase de la esclerosis más rápido que los que dejaron el hábito.
2015-09-10