Jesús M. Gambús| Carlos carreño
Cielos encapotados, pero sin nubes, escasa visibilidad e intenso olor a quemado son signos del fenómeno de la calima o calina que se mantiene desde hace días en las principales ciudades del país, en especial sobre Caracas, Aragua, Carabobo, Vargas y Miranda.
Los cambios atmosféricos dejan ya huella en la salud, sobre todo en los más vulnerables: embarazadas, niños y ancianos.
Las quejas y consultas por afecciones respiratorias, alergias y picazón en los ojos se encuentran sin remedios. No es fácil encontrar jarabes para calmar la tos, ni inhaladores contra el asma, ni soluciones oftálmicas y colirios para calmar el escozor.
A falta de. La recomendación elemental para enfrentar la situación es consumir mucha agua, líquidos, usar mascarillas, tapabocas o pañuelos. Es aconsejable además, evitar actividades en lugares abiertos para no exponerse al olor a quemado.
Un largo verano
Las autoridades meteorológicas estiman que a finales de abril terminará el período de sequía, que este año ha sido más intenso. Así el fenómeno irá cediendo.
La intensidad de la calima, con poca brisa y nubosidad, deja al descubierto el drama ecológico de los incendios y la eliminación de las fuentes de agua. Basta echarle una mirada a los reportes de los bomberos que certifican el aumento de los incendios a nivel nacional, algunos intencionados.
Daños
"Los componentes que la calima esparce por la atmósfera generan afecciones, principalmente, porque se trata de compuestos en el aire que no estamos acostumbrados a respirar", indica el Dr. Luis Sosa y añade que los incendios forestales no sólo contribuyen con este fenómeno sino que acaban con la vegetación, filtro natural del oxígeno que se respira.
Para el médico internista y titular de la Sociedad Venezolana y Latinoamericana de Medicina Interna, en las ciudades donde el fenómeno es muy fuerte se forma un aire más pesado y cargado de residuos, lo que es equivalente a estar expuesto a humo de tabaco.
"La calima no sólo afecta a nivel respiratorio sino también a nivel ocular. Está pasando en este momento el fenómeno del ojo irritado por la presencia del humo", explicó Sosa.
Cuando la exposición a las zonas de incendios es muy cercana y fuerte, se observan en las personas síntomas como tos seca, irritación de los ojos y dificultad para respirar.
"En aquellos pacientes que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los síntomas se ven acentuados por este fenómeno porque tienen una susceptibilidad mayor al humo", señaló Sosa.
Abrir las viviendas
Como el humo no tiene selectividad y entra en las casas, es difícil adoptar medidas frente a la calima.
"El uso del aire acondicionado y de extractores de aire pudiese ayudar frente al fenómeno porque funcionan como filtro", asimismo, el uso de tapabocas y antialérgicos pudiesen ser beneficiosos en caso de la exposición al humo.
"Si el paciente requiere del uso de broncodilatadores, debe utilizarlos. En el caso de los pacientes asmáticos deben usar inhaladores", añadió.
Se recomienda mantener una circulación aérea dentro de las viviendas e ir al médico si presenta algún síntoma.
2016-03-30