2001.com.ve | Erick S. González Caldea | [email protected]
A las 2:00 de la tarde del domingo 8 de octubre, una madre de 16 años de edad tuvo que ir a reconocer a su hija, de apenas 13 días de nacida, en la morgue del Hospital Central de Maracay (HCM). Entre su llanto, quedó perpleja al ver más de 30 cuerpos de infantes en la nevera del depósito de cadáveres.
La bebé estuvo en el hospital de Maracay desde su nacimiento el pasado 25 de septiembre. Nació con la condición de “Gastrosquisis”, es decir, que sus intestinos estaban fuera de su cuerpo.
Al momento de su nacimiento, los doctores del centro hospitalario ya habían decidido hacerle una operación, de la cual salió en excelentes condiciones. Debido a su alumbramiento prematuro, la trasladaron hasta la sala de cuidados intensivos neonatal, ubicada en el piso 4 del dispensario, donde una bacteria, que se generó allí, la esperaba. Ese 25 de septiembre la tragedia familiar comenzó.
“Solamente la ingresaron a la sala porque la operaron. Teníamos que esperar unos días para que sus intestinos volvieran a su posición natural. Mi nieta estaba completamente a salvo”, sostuvo el abuelo de la fallecida, quien por cuestiones de seguridad exigió que no se publicara su identidad.
El señor lamentó la situación de crisis que se vive en el hospital, donde los insumos más elementales escasean y los padres de los infantes recién nacidos deben hacer hasta lo imposible para poder suministrarlos.
Relató que pasada la primera semana la bebé estaba en excelentes condiciones, como se lo describieron los galenos en el hospital. “Hasta el viernes 6 de octubre, mi nieta estaba estable, pero durante el fin de semana empeoró considerablemente. Ya la bacteria estaba actuando en su organismo”, manifestó el hombre.
Destacó que el sábado 7 de octubre la infante tuvo su primer cuadro de fiebre. Para ese momento, la familia estaba al tanto de los múltiples fallecimientos en el dispensario, donde el índice de mortalidad infantil, según declaró el diputado a la Asamblea Nacional José Trujillo, es de 62%, pero nunca se imaginaron que su historia se sumaría a los 30 casos mortales registrados en los últimos 31 días.
La causa. La bacteria que habita en el hospital lleva por nombre “enterobacter cloacae”, cuya propagación se debe a la falta de aseo en los espacios (contaminación con aguas servidas). Esta es la causa de las muertes de recién nacidos en la sala de Cuidados Intensivos Neonatal del HCM; además, es la causante de las infecciones que padecen los más de 30 bebés que todavía luchan por sus vidas en el hospital.
La tragedia de la familia de la bebé de 13 días de nacida se materializó a las 9:00 de la mañana del domingo. A esa hora, una doctora les informó que la niña estaba en un estado crítico, que tuvieran fuerza y le pidieran a Dios porque lo que venía no iba a ser fácil.
“La doctora llamó a sus padres para decirles: la niña esta malita, la recibí en muy mal estado; el porcentaje de mortalidad es muy alto, sean fuertes y recen”, relató el abuelo de la bebé con lágrimas en sus ojos, dado que, a las 10:30 de esa mañana la niña falleció.
La niña fue enterrada en el cementerio del Edén del Paraíso, ubicado en Calabozo, estado Guárico, la mañana del martes 10 de octubre.
La zozobra y el desespero de esa familia se repiten todos los días en el piso cuatro de la sala de cuidados intensivos neonatales, donde diariamente, una incubadora se queda vacía por la muerte de un angelito.
Choques sépticos. Las actas de defunción de los niños que fallecieron en el Hospital Central de Maracay (HCM) tienen la misma causa de muerte: choque séptico, sepsis neonatal. En todos los casos, la causa fue a través de una infección bacteriana, originada en la sala de terapia intensiva neonatal por las condiciones insalubres.
La morgue del hospital recibe todos los días de tres a cuatros niños por la misma causa de muerte. Todos provenientes del piso cuatro, donde sus padres pasan meses en búsqueda de medicinas e insumos para el nosocomio y así poder salvar la vida de sus pequeños.
Muchos de los padres son jóvenes. No mayores de 30 años de edad. Todos con pocos ingresos económicos, por lo que están atados a los cuidados hospitalarios públicos, los cuales, como ha denunciado la Asociación de Médicos Venezolanos, está completamente destruida.
Los gastos llegan a superar los 2 millones de bolívares, debido a que tienen que pagar medicinas, insumos médicos (guantes, gasas, inyectadoras, etc), pasaje, comida y exámenes médicos en otras clínicas y hospitales.
Según describieron varios de los dolientes, las condiciones en la morgue del hospital son “increíbles”, debido a la cantidad de cuerpos de niños, recién nacidos, amontonados cuando se abre una de las neveras de cuatro puertas. La visión tétrica persiste en la memoria de Lorena (seudónimo que escogió) madre de un bebé que falleció a los 25 días de nacido.
La joven de 22 años de edad, quien tiene otros dos muchachos, describió su dolor tras enterarse de la muerte de su pequeño dentro del HCM el pasado 26 de septiembre. “A las 2:00 de la tarde de ese día me informaron que mi bebé estaba muerto. Dos días antes de morir, fue cuando la bacteria comenzó a actuar en su organismo”, relató Lorena.
Destacó que durante los 25 días que estuvo en el hospital veía como a diario fallecían los niños que estaban hospitalizado con su bebé. “Eran más los niños que se morían en terapia que los que le daban de alta”, agregó Lorena, quien sostuvo que durante todos esos días sufrió por todos y cada uno de los infantes que luchaban por mantenerse vivos en la Sala de Terapia Intensiva Neonatal.
Su bebé nació con problemas cardiacos. Su corazón era demasiado grande para su cuerpo, según explicó, lo que le genero muchos males durante sus primeros y únicos días de vida. “Una semana antes lo llevamos a un cardiólogo, pero por la falta de ambulancia debimos alquilar una por 60 mil bolívares, en efectivo”, detalló la madre, a quien le habían dicho que su hijo no tenía muchas esperanzas de vida.
2017-10-12