Marerwin P. Benítez | [email protected]
Hace 51 años, la noche del 29 de julio de 1967, la ciudad capital fue sacudida por un movimiento telúrico a las 8:05 pm, el cual tuvo una duración de 35 a 55 segundos, generando pánico y terror entre los caraqueños. El terremoto fue de magnitud 6.5 en la escala de Ritcher.
En Caracas dejó un balance de 263 fallecidos, 2.000 heridos, 80 mil personas sin vivienda y una pérdida material de 450.000.000 de bolívares (10.465.116 USD en la época).
Seis edificios fueron destruidos, 40 torres fueron declaradas no habitables, 180 residencias sufrieron deterioros graves y un número no cuantificado de viviendas, de uno y dos pisos, resultaron averiadas, especialmente en las fachadas, paredes de recubrimientos, frisos y balcones. Las zonas más afectadas fueron las urbanizaciones Altamira y Los Palos Grandes.
En Vargas, la expansión se sintió fuertemente durante unos 55 segundos, y varios de sus reconocidos edificios como “Mansión Charaima” y el “Hotel Macuto Sheraton” sufrieron fuertes daños en sus estructuras. 30 réplicas siguieron luego del fuerte sismo, aunque todas de menor intensidad. Siendo considerado un terremoto por la gravedad de su escala.
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) explica que los eventos sísmicos representan uno de los mayores riesgos potenciales en Venezuela en cuanto a pérdidas humanas y económicas y en la actualidad, aproximadamente un 80% de la población vive en zonas de moderada a alta amenaza sísmica, variable que aumenta el nivel de riesgo, haciéndolo cada vez mayor a medida que se eleva el índice demográfico y las inversiones en infraestructura.
Por su parte, Heriberto Echezuría Marval, Profesor- Investigador del Centro de Investigación y desarrollo de Ingeniería (Cidi) de la Universidad Católica Andrés Bello, afirmó que en Venezuela se está esperando un movimiento telúrico importante porque han pasado los lapsos en los que la corteza se ajusta y tiene nuevamente capacidad de volverse a romper en las fallas importantes. Nosotros, en el país, tenemos varias fallas importantes y la mayoría de los sismos, por lo menos en nuestro ambiente geológico se generan en las fallas, (las fallas son secciones de la corteza que están divididas por una traza que es el límite entre una placa y otra, las cuales flotan en el magma).
Además, mencionó que desde el punto de vista del diseño, nuestro país está preparado para recibir un sismo importante porque las escuelas de ingeniería civil de todas las universidades importantes del país, tienen cursos en donde se enseña el uso de la norma sismorresistente; y la cultura de hacer también edificaciones sismorresistentes, ya que no se debe descuidar este aspecto tan importante.
Por el contrario, desde el punto de vista de la aplicación en construcción se tiene algunas debilidades, sobre todo en las zonas donde habitan las personas con menos recursos, porque allí abunda la construcción informal y en muchos casos eso queda subdiseñado, porque se hace de forma empírica.
En Venezuela se tiene una frecuencia baja de sismos grandes, sin embargo los sismos pequeños si ocurren todo el tiempo, pero eso no lo sentimos sino que son registrados por los instrumentos pertinentes.
Nuestro país por la ubicación que tiene dentro de la actividad sísmica de la región (el caribe, sur América y norte América) está en una zona donde no hay una actividad sísmica muy alta, es decir, no es una actividad sísmica frecuente de eventos extremos como Japón o Chile.
Teniendo en cuenta esto, la ley de recurrencia en Venezuela es más baja que la de otros países, por lo que no vienen terremotos grandes pero tiene una desventaja porque se olvida el efecto de los últimos sismos y se tiende a descuidar el país en ese sentido, aseveró Echezuría.
De igual modo, Víctor Barrios, Presidente del Centro de Ingenieros del área metropolitana de Caracas, expresó que según los mapas sísmicos, Venezuela está rodeada de varias fallas telúricas y es altamente probable que se presenten actividades sísmicas fuertes, debido a la zona donde nos encontramos.
También manifestó que se ha dejado de practicar los simulacros que con anterioridad se hacían en las grandes empresas e instituciones educativas , por lo que Venezuela en este sentido no está preparada para recibir un movimiento telúrico de gran importancia.
A su vez cuestionó la existencia de edificaciones en las cuales no se hicieron los estudios de suelos pertinentes, donde se han pasado las normas sismorresistentes; por lo que, aseguró, hay muchas edificaciones que no están aptas para recibir esos movimientosAsí mismo, con gran preocupación opinó que un terremoto de gran magnitud en stos moentos agravaría la crisis que vive el país, debido a la escasez de los servicios y la que tienen los hospitales, con los medicamentos y los alimentos.
Finalmente, agregó que estos fenómenos no se pueden evitar pero si se pueden tomar previsiones para cuando pase y que se debe alertar a la población cuando en la escala de Ritcher el valor se mayor a “2” y sobre todo los que sobrepasan de “5”, considerando que a partir de estos valores existe una actividad telúrica importante.
2018-07-28
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