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Viajeros de Semana Santa salen con su comida para el paseo

Martes, 22 de marzo de 2016 a las 07:30 pm
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Erick s. González Caldea |[email protected]

Desde de las 8:00 de la mañana, María del Valle Lozada está a la espera de un autobús que la lleve hasta Puerto La Cruz, en la Terminal de pasajeros Camargüi, ubicado en Caracas. Ella, al igual que muchos de los temporadistas de la estación, no solo van a visitar a un familiar, también van a llevar comida.

Los viajeros de Semana Santa, para ahorrar algo de dinero e ir prevenidos a sus viajes, decidieron comprar la mayor cantidad de víveres, como fue el caso de María Lozada, quien tenía previsto visitar a su hijo en Cumaná. Consciente de la situación económica que está presente en la capital del estado Sucre, prefirió hacer las compras en Caracas.

“Los precios allá son excesivos; además, la escasez de alimentos en esa ciudad es mucho peor a la de aquí”, relató Lozada. Agregó que los gastos del viaje pudieran ser más, de no haber comprado la comida en la capital venezolana.

Los problemas con la distribución de alimentos al interior del país detonaron la preocupación de la mayoría de los temporadistas, quienes aprovecharon la semana de asueto para visitar a sus familiares en otras entidades del país, razón por la que tomaron previsiones de comprar lo necesario para la salida.

Playas

Desde las 7:00 de la mañana, la familia González se preparó para salir a la playa. A la espera del autobús, hizo una parada en una de las panaderías encontradas en Catia. Allí compraron lo que pudieron de pan, jamón y queso; además de las botanas típicas para pasar el día en la costa. Julio González, cabeza de la familia, sostuvo que este gasto es para evitar comprar comidas excesivamente caras en el balneario.

González al igual que algunos temporadistas conocían el nuevo ajuste de precios en las playas de Vargas. 100% fue el salto que dieron los costos de los platos de comida en los balnearios del estado. Actualmente, un roncador tiene un precio de Bs. 3 mil, cuando hace más de 15 días, el mismo plato costaba Bs. 1.500.

Los dueños de los quioscos de comida aseguraron que el aumento de precio se debió a la escasez de alimentos como pescados y crustáceos. Señalaron que los vacacionistas prefieren comprar servicios de plátanos playeros o fosforeras, cuyos precios son tres veces menores al de los pescados.

Marcos Montoya, turista en la playa Camurí Chico, precisó que el gasto que tiene solo al comprar tres pescados, para él, su esposa y para sus dos hijos, fue de Bs. 5.400, solo en comida. Denunció que los autobuses para bajar hasta la playa le cobraron Bs. 400 por persona.

Historias en la cola

Pasadas las 1:00 de la tarde, en el supermercado Unicasa, de El Paraíso, una cola de al menos 100 personas se perdía en la avenida La República. La señora Ruth Cortés, oriunda de San Cristóbal, relató que llegó a Caracas para pasar sus vacaciones en la ciudad con su madre.

Detalló que la situación en Táchira es “un poco manejable en comparación con la capital”. “Vine para comprar comida porque mi madre no puede”, dijo la señora Cortés, al hacer hincapié en que los problemas para abastecer las alacenas están presente por toda Venezuela.

Un poco más adelante, Nancy Navarro, caraqueña, relató que va a hacer las comprar para llevar hasta su casa en Puerto La Cruz, porque la situación es más crítica en esa entidad y “no puedo llegar allá con las manos vacías”.

Dijo que cada vez que viaja a su segundo hogar debe hacer la compra de “los pocos víveres que llega a conseguir”. Sostuvo que lo más complicado en Puerto La Cruz son las medicinas. Agregó que, al menos se tenga familia en la ciudad, no es muy buena idea ir hasta esa entidad, por las múltiples fallas en el servicio eléctrico y sanitario. “La falta de luz y agua afecta a todo el mundo, es un cable muy difícil de roer”, sentenció.

2016-03-23