En los últimos días se han reportado ataques a imágenes religiosas, con pintura, piedras y demás objetos que dañan dichas esculturas.
Curiosamente, los actos de vandalismo se han registrado en la Semana Mayor, lo que da a entender de que no se trata de situaciones fortuitas y tienen una significado detrás de ellos.
Venezuela es un Estado aconfesional, debido a que se establece constitucionalmente la libertad de culto y toda religión se permite en el país.
No obstante, la nación tiene acuerdos con distintas instituciones religiosas, la Iglesia católica siendo una de ellas por ser la ideología que predomina, razón por la cual Semana Santa y Navidad se festejan.
Conflictos
De acuerdo a la psicóloga clínica, Mariale Castillo, esta libertad de religión también ocasiona que haya conflictos de ideologías.
“La religión es un punto muy fundamental en la forma de pensar en alguien, con tantas religiones hay muchas matrices en cuanto a lo que piensa un ser humano y que creen ellos que es lo correcto”, señala.
Asimismo, destaca que la fe es un factor sagrado en las personas y cualquier cosa que se interponga en ella es negativo para un individuo.
“Cuando hay vandalismo contra una imagen religiosa hay una connotación personal que en muchos casos se debe a la pérdida de la fe”, explicó la psicóloga.
Refiere que el responsable puede ser alguien que sienta rencor y rabia hacia cierta religión por situaciones que vivió.
Sin embargo, aclara que puede tratarse de un sujeto sin empatía que decide destruir las imágenes religiosas por el simple hecho de “molestar a los demás”.
En cuanto al motivo de que estos actos se realicen en víspera de Semana Santa o durante la Semana Mayor, señaló que se trata de una conducta en forma de burla, debido a que son los días donde más se habla del catolicismo y las calles se llenan de feligreses.
“Esto causa frustración y rabia, lo que los lleva a actuar de tal manera”, comentó.
Leyes
Como Venezuela cuenta con libertad de culto, cualquier acto ofensivo sobre las personas que siguen cierta religión o en los lugares destinados para la practica de dicha creencia, es penado.
El abogado penal, Alberto Contreras, explica que la sentencia suele ser de cuarenta y cinco días a 15 meses para aquellos que vandalizan imágenes, pinturas y cosas destinadas a un culto establecido en la República a manera de desprecio.
La pena aumenta si dicho acto desperfecciona un objeto que se encuentra en un lugar en especifico para la religión, como un cementerio o una iglesia.
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