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La empresa creadora de juguetes Hasbro quiso darle una mano a las personas solitarias desarrollando una mascota ideal. Su nombre es Alan, un androide muy realista que se comporta como un gato muy bien educado.
Alan es una mascota de compañía que imita a la perfección a un gato real, desde su apariencia hasta la forma en que suena, tiene un pelaje suave y agradable de acariciar lo que deja ver cuando se acuesta boca arriba sobre el regazo de su dueño para que rasquen su barriga.
Gracias a sus sensores Alan es capaz de responder a la interacción con su amo detectando cuando se le habla o incluso el momento en que la persona entra a la habitación. Si su dueño lo acaricia Alan se muestra agradecido tal como lo haría un gato fiel.
Alan también sabe qué hora es y cuando comienza la noche podemos ver y sentir como bosteza al estilo gato y se dispone cómodamente a descansar indicándole indirectamente a su dueño que quizá sea hora de imitarlo.
Alan no es la primera mascota robótica ya que existen otras opciones en el mercado pero si es la creación de la debutante linea Joy For All de Hasbro dedicada a necesidades humanas que van más allá del simple juego.
El ser robótico elimina un obstáculo a la hora de tener un animal de compañía, ya que sus dueños no deben preocuparse de sus necesidades, además no destruye los muebles, ni deja pelo en sillones, ni se esconde sin hacer caso. El androide puede ser prendido y apagado cuando lo deseen.
En Hasbro indican que este gato robótico no reemplaza a una mascota real ni pretende serlo pero basados en estudios científicos realizados con personas de la tercera edad especialmente aquellos con algún tipo de demencia entrega beneficios mejorando su calidad de vida.
Alan está disponible en tres modelos con diferente apariencia y tiene un valor de $100 dólares.
2016-02-06
