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Holanda se viste de gala para celebrar la megafiesta de cumpleaños de su rey, Guillermo Alejandro. Calles y escaparates lucen adornados con guirnaldas en las que, por supuesto, domina el color naranja. Y es que mañana los alrededor de 17 millones de holandeses celebrarán por primera vez en su historia el Día del Rey.
Guillermo Alejandro no es el primer monarca varón de los neerlandeses. Entre 1815 y 1890 reinaron de Guillermo I a Guillermo III, pero sus cumpleaños nunca fueron celebrados con una fiesta popular. El primer "Koninginnedag" fue para homenajear a la reina Guillermina en 1891. Y el último, el pasado 30 de abril de 2013, fue especial: con él la reina Beatriz abdicaba después de 33 años en el trono.
Éste lo ocupa desde hace casi exactamente un año su hijo Guillermo Alejandro, de 46 años. Y a su lado está la querida reina Máxima, nacida en Argentina. Según las encuestas, ambos parecen estar haciéndolo bastante bien, pues más del 80 por ciento de la población les concede muy buena nota.
Hace tiempo que los holandeses se acostumbraron a la nueva pareja de monarcas, pero con el Día del Rey aún les cuesta. Muchos se confunden y hacen planes para el Día de la Reina en las redes sociales, y centenares de comerciantes aún ofrecen en la red sus artículos para la festividad bajo la antigua denominación.
También a muchos les cuesta acostumbrarse a la nueva fecha. Durante 66 años, se celebró el 30 de abril, el cumpleaños de la reina Juliana. También Beatriz mantuvo ese día, pues augura un tiempo más apropiado que el frío y la nieve habituales en su cumpleaños, el 31 de enero.
Excepcionalmente, este primer Día del Rey se celebrará el 26 de abril, un día antes de que de Guillermo Alejandro cumpla 47 años. Y es que en los Países Bajos, como atención a los devotos calvinistas, las fiestas populares nunca se celebran en domingo.
Por lo demás, como siempre, se cantará, bailará y beberá. Pueblos y ciudades se convertirán en mercadillos gigantes en los que se venderá de todo, mientras que como manda la tradición, la familia real visitará dos lugares: este año los elegidos son el pueblo De Rijp, en el norte, y Amstelveen, cerca de Ámsterdam.
Sin embargo, parece que podría llegar el fin de la tradicional sociabilidad holandesa: el rey Guillermo Alejandro quiere marcar su impronta en la fiesta y las visitas de la familia real tendrán lugar sólo porque el año pasado, con el cambio de trono, se cancelaron las celebraciones en ambos lugares.
En los diarios y los foros de Internet, los holandeses ya se han puesto manos a la obra: ¿Debería celebrarse en el futuro un gigantesco concierto o mejor un largo desfile de fieles súbditos junto al palacio, como en los tiempos de su abuela Juliana?
A partir de 2015, en los actos públicos ya no participará toda la familia, como antaño. Y este año, las tres pequeñas princesas Amalia, Alexia y Ariane se quedarán en casa, pues los monarcas quieren proteger a sus hijas todo lo posible de los focos mediáticos.
2014-04-25