Redacción 2001
Shannon Locke es una joven que sufre de epilepsia y tiene un perro que se llama Poppy. La joven sufrió un ataque epiléptico y Poppy salió al rescate. El perro comenzó a llorar y a saltar para que Locke pudiese ir a un lugar seguro.
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El perro le lanzó varios besos con la lengua a su dueña durante el ataque epiléptico. Esto generó que la joven recuperará la consciencia más rápido y ayudó a absorber el exceso de saliva que produce en estos ataques que podrían conducir a que se ahogara la dueña del perro.
Locke quería que todo el mundo supiera sobre esta hazaña y decidió colgar el vídeo en su perfil de Facebook.
2015-08-28