Se trata de una instalación artística de 12 metros de largo, en Johannesburgo, Sudáfrica.
Reshma Chhiba artista: "Es una vagina que grita en un espacio donde habitaban mujeres sofocadas, es rebelarse y usarlo como un símbolo de desafío y poder, burlarse de este espacio, riéndose de él".
La obra, que recrea el interior de una vagina humana, se encuentra en el edificio de una antigua cárcel de la ciudad más poblada del país.
Chhiba asegura que " Casi nunca los hombres cuando hablan de sus partes íntimas, sienten asco o vergüenza, cosa que a menudo escuchamos de las mujeres. Eso dice mucho de cómo hemos sido educados para pensar en nuestros cuerpos, y me refiero a que esto debería ser un espacio de empoderamiento. Es un espacio de poder, un espacio de rebeldía, un espacio de burla, pero también es sagrado."
El proyecto, que invita a los visitantes a cuestionarse sobre la visión de su propia sexualidad, fue instalado por el mes de la mujer en Sudáfrica./AFP
2013-08-30