Antes de asumir su rol como líder de la Iglesia Católica, el actual papa León XIV protagonizó un momento curioso y poco conocido en la historia del béisbol: fue captado apoyando a los White Sox de Chicago durante el primer partido de la Serie Mundial 2005 contra los Astros de Houston.
En ese entonces, aún sin el título de cardenal, su presencia pasó desapercibida, pero las cámaras de Fox lo mostraron en las gradas del US Cellular Field vestido con una camiseta del equipo local.
Este gesto discreto se ha convertido en una anécdota memorable para los seguidores del club. Durante el partido, el sacerdote de 50 años ya estaba ejerciendo como Prior General de la Orden de los Agustinos.
Según información publicada en el portal web de El Fideo, la afinidad de León XIV por los White Sox tiene raíces en sus años de formación y trabajo pastoral en Estados Unidos, donde desarrolló una conexión especial con la franquicia.
Aunque su asistencia a aquel encuentro no generó mayor revuelo, hoy es parte del folclore deportivo, especialmente porque los White Sox ganaron la Serie Mundial ese año, poniendo fin a una larga espera desde 1917.
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