Más de dos décadas después de su última participación en un Mundial Sub-17 (en 2003, cuando Cristiano Ronaldo daba sus primeros pasos), Portugal regresó a la máxima cita juvenil para alcanzar la gloria. La final se disputó en el imponente Khalifa International Stadium de Doha, ante una gran expectación.
El gol de Cabral sella la victoria lusa
El partido final contra Austria, que nunca había disputado una final de la categoría, arrancó con un ritmo electrizante. Antes del primer cuarto de hora, el árbitro anuló un gol a Duarte Cunha de Portugal, y Austria respondió con serios avisos ofensivos.
Portugal logró tomar el control del juego a partir de la media hora, principalmente a través de las incursiones por la banda derecha de Duarte Cunha. Fue precisamente una gran combinación con Mateus Mide la que dejó habilitado a Anisio Cabral, quien empujó el balón al fondo de la red para celebrar su séptimo gol en el torneo. El tanto fue confirmado por el VAR.
Resistencia y épica en el segundo tiempo
Tras el descanso, Austria canalizó la frustración y se instaló en campo rival, dominando la segunda mitad y forzando a Portugal a resistir. Los lusos se vieron obligados a defender su ventaja ante una Austria cada vez más incisiva.
El momento de mayor peligro para Portugal llegó en la recta final, cuando un remate de Daniel Frauscher, quien acababa de ingresar, se estrelló dramáticamente contra el poste. Portugal se libró de la igualdad y logró resistir hasta el pitazo final, desatando el júbilo por el campeonato.
La generación de jugadores encabezada por Furtado, Quintas, Duarte Cunha, Mide y el goleador Cabral, se confirma como una prometedora camada destinada a dar mucho que hablar, tras haber conquistado ya el Europeo y ahora el Mundial Sub-17.
Italia se consuela con el bronce
En el partido por el tercer y cuarto puesto, Italia se llevó la medalla de bronce al imponerse a Brasil por 2-4 en la tanda de penaltis. El partido se complicó para la Canarinha desde el inicio con la expulsión de Teixeira en el primer cuarto de hora, obligando al equipo a jugar con diez.
El encuentro terminó sin goles, pero el drama llegó en los penaltis. Tras una parada del portero brasileño Joao Pedro, la figura de la tanda fue el italiano Longoni, quien atajó el lanzamiento de Pachecho, nivelando la situación y permitiendo a Baralla sellar el triunfo y el premio de consolación para Italia.
Visite nuestra sección de Deportes.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube.