China ha superado ya con éxito el primer vuelo experimental y dos pruebas adicionales de deslizamiento en tierra, llevadas a cabo este fin de semana, del prototipo de su futuro avión de transporte militar de gran tamaño Yun-20 (Y-20), recoge hoy el diario oficial chino "Shanghai Daily".
Aunque aún no hay una fecha fijada para su entrada en servicio, con este modelo, desarrollado totalmente en el gigante asiático, y que por ahora ha volado sólo una vez, el pasado 26 de enero, China espera competir en los próximos años con los únicos tres países que producen hoy en día aparatos similares: EEUU, Rusia y Ucrania.
"El éxito del vuelo de prueba del Y-20 supone un antes y un después para el sector aeronáutico de China, ya que estamos un paso más cerca de poder construir una fuerza aérea propia para nuestro país", valoró el diseñador jefe del aparato, Tang Changhong, quien recordó que el modelo se había creado en sólo cinco años de trabajo.
"En comparación con los fabricantes de transporte aéreo pesado de otros países, nuestro ciclo de desarrollo es bastante rápido", declaró Tang, que en el pasado también fue diseñador jefe del cazabombardero de fabricación china JH-7A, la versión mejorada del JH-7 de finales de los años ochenta.
Para Tang, quien recordó que "el desarrollo de alta tecnología militar está dentro de la política de seguridad y defensa de China, que es de naturaleza puramente defensiva", el futuro Y-20 se podrá utilizar probablemente durante "un período de tiempo muy largo" al servicio del Ejército de Liberación Popular chino.
El aparato, fabricado por el Grupo Aeronáutico de Xian, uno de los principales constructores estatales de aviones del país, podrá transportar hasta 66 toneladas de carga (como tanques y vehículos militares), con una autonomía de vuelo de unos 4.500 kilómetros al máximo de carga y un techo máximo de 13.000 metros.
De ahí viene su nombre en código oficial, "Kunpeng", por el ave mitológica china que podía volar enormes distancias.
El Y-20, de cuatro reactores, similar en tamaño al modelo ruso Il-76 y algo menor que el estadounidense C-17 "Globemaster" de Boeing, será la respuesta aeronáutica china a los C-17 y, ya con turbohélices, a los viejos C-130 "Hercules", menores, al europeo Airbus A440M "Atlas" y al ucraniano Antonov An-70.
Estos nuevos modelos reforzarán la capacidad de despliegue y transporte de las Fuerzas Aéreas chinas tanto para la defensa como para la respuesta ante catástrofes y el envío de ayuda humanitaria o la evacuación médica.
El proyecto del Y-20 responde a una de las prioridades establecidas en 2006 dentro del "Programa de desarrollo nacional de ciencia y tecnología a medio y largo plazo" del Ministerio de Defensa de cara al año 2020, por el que considera estratégico tener aviones de transporte chinos a reacción y de largo alcance.
Para cubrir estas necesidades tácticas las Fuerzas Aéreas chinas emplean por ahora o aviones menores de fabricación propia o modelos de constructores como el ruso Ilyushin, cuyo aparato Il-76 fue desarrollado durante la época soviética.
El Y-20 también podrá ser reconvertido para funcionar como bombardero, avión-depósito para recarga de combustible o aparato con sistemas de control y vigilancia aérea (AWACS, en sus siglas internacionales). /EFE