El Gobierno egipcio aseguró hoy que adoptará todas las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos, tras los disturbios del domingo en El Cairo y en la localidad de Al Jusus, iniciados después del funeral por cuatro cristianos muertos el sábado.
El portavoz del Ejecutivo, Alaa al Hadidi, aseguró que el Gabinete "no se quedará de brazos cruzados ante los intentos de jugar con la estabilidad del país para que caiga en la trampa de la discordia", según recogió la agencia estatal de noticias Mena.
El Gobierno instó al Ministerio del Interior a detener rápido a los implicados en los sucesos de ayer, que se cobraron la vida de tres personas -dos en la capital y una en Al Jusus- y dejaron más de un centenar de heridos.
Por el momento, las fuerzas del orden detuvieron hoy a al menos treinta sospechosos en Al Jusus y se incautaron de cien cajas con cócteles molotov, señaló una fuente de los servicios de seguridad de la provincia de Qaliubiya, al norte de El Cairo, según Mena.
La fuente agregó que las autoridades han intensificado su presencia en la población para evitar que vuelvan a estallar choques en los alrededores de la iglesia de Mar Girgis.
Por otro lado, el Consejo de las Iglesias de Egipto, que agrupa a todos los credos cristianos, expresó hoy en un comunicado su "profunda tristeza" por los disturbios en Al Jusus y el "ataque" contra la catedral copta de Abasiya, en la capital, "el primero de su tipo contra este símbolo del cristianismo en el país".
El Consejo consideró infundada la agresión contra algunos cristianos que salían de la catedral de Abasiya tras el funeral.
Los choques de ayer tienen su origen en el estallido de violencia hace dos días entre coptos y musulmanes en Al Jusus por motivos aún confusos, ya que existen varias versiones discrepantes.
El domingo, miles de coptos dieron su último adiós a cuatro cristianos que perdieron la vida en esos choques, en unas exequias que acabaron en una batalla campal en las cercanías de la catedral de Abasiya y con la reanudación de los enfrentamientos en Al Jusus.
El origen de los disturbios en El Cairo también es incierto. Fuentes policiales y activistas cristianos afirmaron que todo comenzó cuando un grupo de desconocidos lanzó piedras cuando salían los asistentes en la catedral.
Sin embargo, una fuente del Ministerio del Interior, citada por Mena, dijo que a la salida del templo algunos participantes en los funerales dañaron varios vehículos aparcados en la zona, lo que soliviantó a los vecinos y desencadenó los enfrentamientos. EFE