La Justicia argentina dictó hoy prisión preventiva y ordenó el traslado a una cárcel común para el destituido juez Otilio Romano, extraditado desde Chile e imputado por más de 100 delitos de lesa humanidad comentidos durante la última dictadura (1976-1983).
El ex juez de 70 años llegó en la noche del miércoles a la provincia de Mendoza, en el oeste de Argentina, y quedó detenido en en un calabozo de la Unidad 32 de los Tribunales Federales. Hoy fue fue notificado del estado de su causa y enviado a prisión.
Romano está acusado de delitos de privación ilegítima de libertad con desaparición forzada de personas, tortura, allanamiento ilegal y denegación de justicia, todo por hechos entre 1975 y 1983 cuando se desempeñaba como fiscal.
El ex magistrado fue imputado en agosto de 2010 y posteriormente fue destituido en diciembre de 2011.
"Dicté la prisión preventiva y el traslado a la cárcel de San Felipe", dijo el juez federal Walter Bento, que además firmó el acta de elevación a juicio oral. El Tribunal de Mendoza dispone de diez días para recibir pruebas de su defensa.
La querella pidió que Romano sea enjuiciado en el próximo juicio por delitos de lesa humanidad que se iniciará en la ciudad de Mendoza el 11 de noviembre y en el cual esta como único acusado Enrique Blas Gómez Saá, un ex agente de Inteligencia del Ejército de la dictadura.
Al arribar a suelo argentino por vía aérea, Romano fue repudiado por un grupo de familiares de ex detenidos desaparecidos reunido en los alrededores de los Tribunales Federales.
El ex juez permanecía desde agosto de 2011 en un departamento en el exclusivo balneario costero chileno de Reñaca, con orden de arraigo y arresto domiciliario nocturno.
Romano llegó a Chile en 2008 para evadir la acción en su contra del juez Bento e intentó pedir asilo político. /DPA