DPA
El Ministerio de Defensa chino reaccionó hoy con contención ante la decisión de Estados Unidos de sobrevolar con dos grandes bombarderos la zona en la que el país asiático decretó el fin de semana un área de defensa aérea.
En el vuelo, que se produjo el martes y fue calificado por los estadounidense como un "entrenamiento de rutina", los aviones sobrevolaron el área sobre una serie de islas que se disputan China y Japón. La medida es considerada un claro desafío a la decisión china de reclamar para sí la soberanía sobre esas aguas en el mar de la China Oriental.
La defensa china "observó, identificó y estableció el tipo de aviones" estadounidenses que volaron durante dos horas y media a unos 200 kilómetros al este del polémico archipiélago, dijo a dpa Geng Yansheng, un portavoz del ministerio.
China está siguiendo sus reglas en lo que atañe al "área de identificación para la defensa aérea" y está "en situación de controlar de forma efectiva el espacio aéreo en cuestión", dijo el funcionario.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Qin Gang, indicó que China espera mejorar la comunicación con otros países para "mantener la seguridad aérea de forma conjunta".
La reacción china a futuros vuelos en la zona "será acorde a las diferentes situaciones y el nivel de amenaza", añadió.
El país estableció el sábado que los aviones que entren en esa zona deben identificarse y seguir las indicaciones de su fuerza aérea. De lo contrario habrá medidas de represalia. El área se extiende sobre las islas Diaoyu (Senkaku para los japoneses), que son reclamadas desde hace tiempo por ambos países.
Se trata de un grupo de islas prácticamente bajo administración japonesa que no están habitadas, pero se consideran ricas en pesca y materias primas.
En medio de las nuevas tensiones, el Parlamento japonés aprobó hoy la creación de un Consejo de Seguridad Nacional como el que existe en Estados Unidos. Con la medida, el primer ministro Shinzo Abe, que encabeza un gobierno nacional-conservador, refuerza su poder sobre la política exterior y de seguridad.
Japón está trabajando además en nuevas regulaciones de defensa. Se dotará a las fuerzas armadas para que puedan defender mejor las islas y el espacio aéreo del país, se indicó.
Según los medios estadounidenses, los bombarderos que sobrevolaron la zona fueron B-52. Las dos aeronaves, procedentes de la base de Guam, volaron sin armas sobre las islas, informó el Pentágono, en una misión que estaba prevista desde hace tiempo. Un portavoz dijo a dpa en Washington que no se produjeron incidentes. Según el «Wall Street Journal», la cúpula militar estadounidense no informó a Pekín con anticipación.
"Es una señal concreta de que el gobierno estadounidense no reconoce la creación de una zona de defensa aérea", opinó el experto en política exterior Cheng Xiaohe, de la Universidad del Pueblo de Pekín.
Esta vez China no envió sus propios aviones, pero si los vuelos se repiten podría haber tensiones e incidentes, alertó. Como demostración de fuerza, Pekín envió hace unos días a su portaaviones «Liaoning» a hacer maniobras en la región.
"El uso de B-52 envía un mensaje especial, porque llegan desde muy lejos y pueden lanzar bombas muy grandes", señaló a dpa Gordon Chang, experto en temas chinos.
Por su parte, el experto militar Gary Li, de la consultora estadounidense IHS Maritime, indicó que el área de identificación no es una zona de prohibición aérea, por lo que China sólo puede intervenir si los potenciales aviones se dirigen hacia su espacio aéreo. "No creo que sea una gran intrusión, al menos desde la perspectiva china", dijo.
Estados Unidos, Japón y las aerolíneas japonesas se niegan a reconocer la nueva zona. El Departamento de Estado norteamericano criticó la medida china asegurando que "ahondará las tensiones regionales y aumentará el riesgo de cálculos errados, confrontaciones y accidentes".
El analista Gordon Chang consideró que un posible objetivo de Washington fue desviar la atención de China hacia Japón. "Obviamente, los chinos no van a interferir con la fuerza aérea estadounidense, y de hecho no lo hicieron", comentó. "Si los japoneses hubiesen sido los primeros en desafiar la zona china, Pekín podría haber provocado un incidente".
"El riesgo de conflicto se ha reducido, al menos por ahora", opinó.
Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, aseguró hoy que la zona creada por China, que se superpone con la de Japón, "ha hecho aún más difícil tratar con situaciones regionales ya complicadas".