El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, admitió hoy que poco ha avanzado la indagación sobre la supuesta masacre entre grupos indígenas de la Amazonía, denunciada a finales de marzo pasado, suceso al que calificó de "extremadamente difícil" porque uno de los clanes vive en la selva en aislamiento voluntario.
A finales de marzo varios miembros de la etnia taromenane, en aislamiento voluntario o no contactados, habrían sido asesinados por indígenas waorani, quienes también raptaron a dos niñas como venganza por la muerte de dos ancianos de su comunidad.
Correa, en su habitual informe de los sábados, recordó que la nacionalidad Waorani está compuesta por clanes, como los tagaeri y taromenane que han decidido aislarse en la selva y permanecer sin contacto con el resto de la civilización.
Otros grupos de waorani, añadió, sí se han integrado al resto de la sociedad ecuatoriana, aunque mantienen sus costumbres ancestrales, entre las que la venganza es normal.
Recordó que organizó "una comisión que investigue el caso y que, sobre todo, dé sugerencias para que no vuelva a ocurrir" un hecho como el denunciado.
Dicha comisión está integrada por el ministro de Justicia, Lenin Lara; la secretaria de Gestión Política, Betty Tola; y el especialista en temas sociales e indígenas José Tonello.
"Realmente no hay mucho avance", en la gestión de la comisión, porque el caso es "extremadamente difícil" y la indagación principal del supuesto crimen está en manos de la Fiscalía, añadió Correa.
Además, "todavía no se encuentran los cuerpos" de los supuestos asesinados, agregó el mandatario que recordó que en su momento circularon versiones de hasta 195 fallecidos, aunque otras advertían de 40.
"Se está recopilando información para tratar de reconstruir los hechos", y la mayor evidencia que se ha recogido es la presencia de dos menores de la etnia taromenane capturadas por los waorani, agregó.
También "hay una foto con unos tres cadáveres que se ven", pero que no se tiene certeza de que si corresponde a una imagen relacionada con el hecho investigado, dijo Correa tras advertir de que posiblemente son siete los fallecidos, aunque aclaró que dar esa cifra "es también lucubrar".
"Son cosas extremadamente difíciles" porque se trata de "un encuentro violento que ocurrió en la selva entre clanes de la misma nacionalidad", apuntó el mandatario, quien rechazó el hecho de que "hay gente que está utilizando esto" para oponerse a los negocios petroleros que existen en la zona.
"Las petroleras no tienen responsabilidad" en este caso, afirmó el Presidente al recordar que las primeras informaciones de enfrentamientos entre los clanes de la nacionalidad waorani datan de 1904, mucho antes de la presencia de la industria del crudo en la Amazonía ecuatoriana.
Su Gobierno, acotó, "actúa con absoluta responsabilidad" en este caso, aunque reiteró que la indagación sobre la supuesta masacre de indígenas taromenane "está en las manos de la Fiscalía".
Asimismo, recordó que "Ecuador es uno de los poquísimos países del planeta que tiene todavía grupos no contactados y que ha tomado grandes medidas" para proteger esa condición, como el establecimiento de "zonas intangibles" en sus territorios y la aplicación de medidas cautelares. /EFE