EFE
La Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel anunció el reciente descubrimiento de una cueva de grandes dimensiones con estalactitas en una zona próxima a Jerusalén cuando se desarrollaban unas obras, informó la prensa local.
La cueva se encuentra en las inmediaciones de la población de Tzur Hadassa, al suroeste de Jerusalén, una zona montañosa y de bosques, y el acceso a la misma es peligroso y aún está prohibido al público, señaló la Autoridad.
Expertos de la Universidad Hebrea participan en el análisis y cartografiado de la cueva para tratar de ver la mejor manera de preservar el lugar, que podría abrirse al público en los próximos meses, adelantan los medios.
Mientras tanto, su ubicación es conservada en el máximo secreto para que los curiosos no entren a ella, según el diario Yediot Aharonot.
Tras un estudio preliminar en el interior de la gruta, operarios de la Autoridad israelí estiman que el lugar es amplio y alberga varios tipos de estalactitas y estalagmitas.
Estas formas son resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua que se filtra en la cueva, en particular los de bicarbonato cálcico que se deposita formando la estalactita.
A diferencia de otras formaciones similares, la estalactita deja fluir el agua con el carbonato en disolución por su interior, lo que se denomina actividad kárstica.
En Israel se han hallado numerosos recintos que albergaban este tipo de estructuras que se forman a lo largo de siglos, el más conocido la reserva de Avshalom, también conocida como Cueva Soreq, con decenas de estalactitas.
Otra cueva como la de Nesher, en la localidad de Ramle, también descubierta de forma accidental hace unos años, contenía varias especies animales únicas y ciegas que evolucionaron en la cueva en condiciones de completo aislamiento.
2014-09-22