Aunque los tatuajes no deberían ser un problema para obtener la ciudadanía en Estados Unidos (EEUU), lo cierto es que el caso reciente de un salvadoreño dice lo contrario, sepa por qué.
A pesar de que EEUU ha anunciado un programa que favorece a los cónyuges sin papeles de ciudadanos estadounidenses.
Este viernes una decisión del Tribunal Supremo echó por tierra la posibilidad de obtener la ciudadanía a un salvadoreño, según reseña el portal elpais.com.
Resulta que en el alto tribunal se rechazó la solicitud de una ciudadana estadounidense casada con un salvadoreño.
Esto, referente a un caso en el que las autoridades migratorias le negaron la visa para entrar en EEUU, por argumentos de seguridad pública.
Argumento basado, principalmente, en algo detectado en sus tatuajes.
En una votación de seis a tres, los seis miembros conservadores del máximo tribunal dieron la razón al Gobierno en el caso de Luis Asencio Cordero, de 47 años.
¿Qué tienen que ver los tatuajes con que se niegue la ciudadanía?
La pareja de esposos se conoció en Los Ángeles, donde se casaron.
En 2015 el hombre regresó a su país para, según establece la Ley de Nacionalidad e Inmigración (INA).
Esto, para solicitar en su país de origen la green card y poder así regresar a EEUU como residente permanente.
Sin embargo, ocurrió que durante la entrevista en la sede diplomática se le solicitó que se desnudara y se hicieron fotos de sus tatuajes.
Un funcionario consular le preguntó por sus antecedentes penales, en los que constaba un arresto de tres días por una pelea.
Un caso por el que el contrincante no presentó cargos.
Tras la entrevista, el salvadoreño fue informado de que su solicitud de residencia había sido rechazada.
Aun cuando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), tras verificar sus antecendentes, determinara que Asencio no era una amenaza pública.
Al hombre no se le explicaron entonces los motivos del rechazo.
De hecho, no fue hasta 2017, al presentar la pareja una demanda en California, cuando conocieron la razón por la que fue rechazado.
Y esto fue porque el Gobierno consideró que era miembro de la mara Salvatrucha (MS-13) por lo dicho en la entrevista, su supuesto historial criminal y sus tatuajes.
La pareja tiene una hija y esta es ciudadana estadounidense.
Una decisión controvertida que separa una familia
Debido a lo ocurrido, Cordero lleva separado de su esposa, la abogada estadounidense Sandra Muñoz, durante casi 10 años.
Lo primero que hay que entender es que el Departamento de Estado le denegó en su día la visa de inmigrante por supuestamente ser miembro de una mara en El Salvador.
Por lo que, en octubre de 2022, el Tribunal de Apelaciones para el Noveno Circuito consideró que el Departamento de Estado había violado los derechos constitucionales de Muñoz.
Llegando a que la Administración demócrata apelara ante la Corte Suprema.
“(…) Una disposición que considera inadmisible a un no ciudadano de quien el funcionario [consular] sabe, o tiene motivos razonables para creer, que busca ingresar a EEUU para participar única, principal o incidentalmente en ciertos delitos específicos o cualquier otra actividad ilegal”, concluyó la Corte Suprema.
Por lo que consideran que no se violó el debido proceso contra Muñoz y su esposa.
La jueza Amy Coney Barret argumenta que un estadounidense, por el simple hecho de serlo, no tiene el derecho intrínseco de que su cónyuge extranjero sea aceptado con una visa en el país.
Con información de El País
Visita nuestra sección: Internacionales
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online
Sigue el canal de 2001online en WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029Va9CHS8EwEk0SygEv72q