EFE
Las autoridades libanesas anunciaron hoy que han tomado una serie de precauciones para impedir el contagio del ébola, que se ha cobrado más de 700 vidas en los últimos meses en el oeste de África.
En un comunicado, el Ministerio de Trabajo informó de que había decidido, en colaboración con el de Salud, suspender los permisos de trabajo a los ciudadanos de Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia, donde se ha concentrado el brote de ébola, para proteger la "salud pública" de los libaneses.
El ministro de Salud, Wael Abu Faur, que hizo una inspección en el aeropuerto internacional de Beirut, declaró a la prensa que han pedido a las compañías aéreas, en especial a las que transportan pasajeros desde esos países, que informen a las autoridades de cualquier pasajero que presente síntomas relacionados con el ébola como vómitos, fiebre o diarrea.
De esa forma, los afectados podrán ser asistidos por el equipo médico del aeropuerto, formado por 18 personas, entre médicos y enfermeras.
Abu Faur también instó a los libaneses a no tener "temor, ya que las medidas tomadas superan las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
"La mayoría de los viajeros no vienen directamente al Líbano y son sometidos a pruebas en otros aeropuertos y, a pesar de eso, nosotros también las estamos haciendo", agregó el ministro, destacando que aún no han detectado ningún caso.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió a las embajadas que informen a los libaneses de las medidas tomadas y les presten ayuda cuando quieran regresar a su país.
Se estima que unos 12.000 libaneses viven en Sierra Leona, 3.500 en Guinea Conakry y 6.500 en Liberia.
La OMS reconoció hoy que los gobiernos de los países afectados por la epidemia pueden verse obligados a imponer restricciones a la circulación de personas y a reuniones o eventos públicos.
2014-08-01