EFE
Por primera vez desde el inicio de su gestión, la presidenta argentina, Cristina Fernández, asistió hoy al Tedeum del 25 de mayo en la catedral de Buenos Aires, ejemplo del acercamiento entre el Gobierno argentino y la Iglesia tras años de enfrentamientos.
Fernández ingresó en el templo católico poco después de mediodía y escuchó desde primera línea el fuerte llamamiento al diálogo realizado por el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, que sucedió a Jorge Bergoglio cuando fue designado papa.
Con las palabras del pontífice, Poli aseguró que "el único modo de que una sociedad crezca, es la cultura del encuentro".
"O se apuesta por el diálogo o todos perdemos", continuó Poli en su mensaje.
Posteriormente, Fernández se emocionó al leer la oración por la paz de San Francisco, en la que el santo insta a anteponer el amor al odio, el perdón a la ofensa y la unión a la discordia.
La ceremonia religiosa de hoy dejó atrás una semana marcada por la polémica generada por un documento del Episcopado, que advirtió sobre una "Argentina enferma de violencia" pero después fue matizado, y el escándalo sobre la autenticidad de un telegrama que el Papa le envió a la mandataria.
El retorno de la mandataria argentina a la catedral de Buenos Aires puso fin a la decisión de su difunto marido y predecesor en el cargo, Néstor Kirchner, en 2007 de hacer los tedeums itinerantes después de una dura homilía de Bergoglio.
La tensa relación entre Bergoglio y el Gobierno argentino cambió tras su designación como papa, en marzo de 2013, y desde entonces ambas partes han protagonizado gestos de acercamiento.
Las celebraciones por el 204 aniversario de la Revolución de Mayo que sentó las bases para la posterior independencia argentina proseguirán esta tarde con una fiesta popular en la Plaza de Mayo de Buenos Aires encabezada por Fernández.