Agencia DPA
Irlanda se convirtió en el primer país en crisis de la eurozona en salir del rescate que necesitó para salvar su economía, al vencer hoy el programa de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) iniciado hace más de tres años.
En 2010 Dublín se encontraba ante una inminente bancarrota provocada por el sector bancario y tuvo que solicitar un rescate que se cifró en 67.500 millones de euros y que supuso duras condiciones para los irlandeses, con fuertes recortes en las prestaciones sociales, entre otras cosas. El último tramo por 600 millones de euros fue aprobado el viernes por el FMI y el jueves también la Comisión Europea liberó sus últimos 800 millones.
Ahora el país vuelve a salir adelante solo y ya dio los primeros pasos para volver a lograr financiación en el mercado de capital, donde los interese que pagó por sus bonos cayeron al 3,5 por ciento, frente a más del 14 por ciento que llegaron a alcanzar en el pasado.
El presidente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Reling, calificó el vencimiento del rescate como un "enorme éxito para Irlanda y para toda la eurozona".
La salida de Irlanda se considera una prueba del funcionamiento del mecanismo de rescate en el que se hallan actualmente inmersos Grecia, Portugal y Chipre. El rescate a los bancos españoles vence el 23 de enero de 2014. Portugal es el próximo país sobre el que habrá que decidir el procedimiento a seguir, pues su rescate vence en mayo de 2014.
Dublín tuvo que salvar de la bancarrota su sistema bancario, inmerso en una burbuja con casi 350.000 millones de euros, gastando más que cualquier otro país de la Unión Europea en garantías, inyecciones de capital y otras ayudas financieras, señaló Reling.
De todas formas, el FMI llamó al país a continuar la disciplina financiera, alegando que los bancos irlandeses están avanzando con mucha lentitud debido a los créditos impagos y al alto endeudamento de los hogares.
Irlanda estuvo inmersa en una profunda crisis con un déficit que en 2010 superó el 30 por ciento de su producto interno bruto (PIB), alcanzando un récord. Para este año el FMI pronostica un déficit del 7,0 por ciento.
El ministro de Finanzas, Michael Noonan, espera un endeudamiento conjunto en 2013 del 124 pro ciento del PIB, un récord que prometió reducir lo antes posible al 60 por ciento permitido por la UE, al tiempo que prometió una política de deuda sostenible en el país.