El presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió este jueves a los laboratorios que donen a los países pobres el 10 % de las dosis de vacunas vendidas y expresó su deseo de que el G7 acuerde una derogación limitada de las patentes.
"Debemos comprometernos en la OMC y la OMS para garantizar que la propiedad intelectual no sea nunca un obstáculo para la transferencia de tecnologías. Por ello, he decidido poner en la mesa (del G7), junto con Sudáfrica, la necesidad de trabajar en una derogación limitada" de las patentes, dijo en una rueda de prensa en el Elíseo.
Macron, que ya mostró su preocupación por el desigual reparto de las vacunas contra la COVID en la cumbre del G20 del pasado mayo, abogó además por un mayor compromiso por parte de los laboratorios farmacéuticos para con los países en vías de desarrollo.
"El compromiso de donar el 10 % de las dosis es un objetivo que nos parece pertinente", aseveró el presidente. Quien en varias ocasiones apeló a la nueva complicidad con la Administración estadounidense de Joe Biden.
Para Macron, esa donación completaría la efectuada por los Estados, que ya han financiado a su juicio "masivamente la aceleración de la investigación. Es legítimo que la industria farmacéutica contribuya de forma proporcionada", dijo.
El jefe de Estado recordó que su país ya ha donado "más de 800.000 dosis" a través del programa COVAX. Un fondo de acceso global para vacunas contra la COVID-19 formado por actores públicos y privados. Y dedicado a los países con menos acceso a ellas.
Macron reclamó además que se establezca un precio de referencia para las vacunas en ese mecanismo de solidaridad. Y subrayó que la transparencia al respecto es "esencial en términos de justicia y eficacia".
EFE
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