Yacimientos en aguas profundas, campos maduros y el petróleo y el gas "shale" son tres áreas que representan grandes oportunidades para empresas privadas que se espera lleguen a México próximamente, informó hoy el subsecretario mexicano de Hidrocarburos, Enrique Ochoa.
"Las tres son muy prometedoras, cada una en sus propias características técnicas y económicas", dijo Ochoa en una entrevista con Efe en la que analizó los desafíos que surgen a partir de la reforma energética aprobada la semana pasada por el Parlamento.
Estos sectores, que apenas son explotados en México, comenzarán a ser ofertados a partir de 2015 cuando quede completada toda la reglamentación de la reforma constitucional en materia de hidrocarburos.
La reforma, calificada como "histórica" y "transcendental" por el Gobierno, implicará que por primera vez en siete décadas los hidrocarburos de México puedan ser explotados por empresas privadas, al terminar el monopolio que hasta ahora tenía el Estado.
México tiene una "variación geológica importante" que puede resultar atractiva para las compañías privadas en los distintos campos de explotación, recordó Ochoa.
En una de esas áreas, los yacimientos de aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México, del lado estadounidense hay más de ochenta compañías internacionales que están explotando esos pozos.
"Estados Unidos está produciendo por arriba de un millón de barriles diarios de petróleo. En México, en aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México no estamos produciendo barril de petróleo alguno", agregó.
Lo mismo ocurre para el petróleo y gas "shale" en las formaciones de lutitas de Eagle Ford, en el sur de Texas, una cuenca geológica que México cree que continúa hacia el noreste mexicano y en donde este país tampoco tiene producción de hidrocarburos.
"En Eagle Ford se estima que Estados Unidos está produciendo ya arriba de los dos millones de barriles diarios", agregó Ochoa.
En la otra área, los campos viejos o maduros, el Gobierno de México espera que con tecnologías más modernas pueden generar aún más petróleo y gas.
"Ha habido éxitos considerables como en Colombia. Distintas empresas que se han especializado en la producción en campos maduros han levantado la producción colombiana, casi duplicando los estimados originales", apuntó el subsecretario mexicano.
Estos tres tipos de yacimientos tienen diferentes características, y podrán ser explotados por empresas especializadas, lo que le permitirá a México elevar la producción de petróleo actual, situada en torno a los 2,5 millones de barriles diarios.
Los efectos económicos por la explotación de esas áreas se notarán en distintas etapas. Mientras que para aguas profundas y ultraprofundas se calcula que los yacimientos maduran entre 5 y 8 años, los campos de petróleo o gas "shale" son "los primeros que pueden arrojar resultados", dijo Ochoa.
Pero para que comiencen a licitarse esos campos faltan muchos pasos legales y, de momento, la empresa pública Petróleos Mexicanos está enfocada en los yacimientos que quiere conservar, ya sea los que está explotando actualmente o los que está explorando.
Esa opción, llamada "ronda cero", está siendo analizada ahora por Pemex para ver cuáles son los campos que le interesa, porque en un plazo de 90 días desde la promulgación de la reforma energética debe presentar la documentación para reservárselos.
Dijo que en países como en Brasil o Colombia "la ‘ronda cero’ claramente fortalece a la empresa estatal". Además, Pemex podrá operar yacimientos asociada con otras compañías, o inclusive poder optar en solitario a nuevos campos que se sometan a licitación.
"Pemex, al igual que las otras empresas estatales que se vieron beneficiadas con su ‘ronda cero’, no tiene los recursos financieros ni técnicos para poder abarcar todo el territorio nacional", indicó.
Las tres cuartas partes de la producción de Pemex se obtiene en plataformas marinas de aguas someras (de 0 a 100 metros de profundidad).
El subsecretario de Hidrocarburos dijo que la reforma energética "es un modelo muy completo" y "muy amplio", y coloca a Pemex en "un escenario muy positivo".
"A diferencia de lo que se establecía jurídicamente antes de la reforma -agregó-, Pemex no podía asociarse con privados, y era la única petrolera mundial que no podía asociarse en su territorio para mejorar los mecanismos tecnológicos y financieros de sus procesos de extracción".
La reglamentación que está pendiente definirá también el futuro aporte fiscal que debe hacer Pemex, y que tendrá que ser parejo con las otras empresas que empiecen a explotar los recursos energéticos de este país.
Actualmente, el 40 % de los ingresos del Estado mexicano corresponde a aportes de Pemex, que destina cerca del 70 % de sus ventas a cumplir con esa obligación.
"El marco fiscal que debe tener Pemex a partir de la reforma energética debe ser igual al marco fiscal que tendrán las empresas particulares o internacionales, públicas o privadas", agregó Ochoa.
"Estamos estudiando el tema con puntualidad, pero debe ser un margen que sea competitivo en términos internacionales", insistió.
Todo ello quedará definido en la legislación secundaria o reglamentaria. Se espera que pueda ser discutida en el Parlamento a partir de que reanude sus sesiones, el primero de febrero próximo. /EFE