2001.com.ve | AFP
La lucha por el poder en Venezuela se libra entre el apoyo militar al presidente Nicolás Maduro y el vasto respaldo internacional al opositor Juan Guaidó. Su desenlace es incierto, pero en cada escenario la Fuerza Armada asoma como fiel de la balanza.
Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países liderados por Estados Unidos, logró que las autoridades no se atrevieran a detenerlo al volver a Venezuela el pasado lunes, tras burlar una prohibición de salida del país, pero la batalla sigue. Aquí los rumbos que -según analistas- podría tomar la crisis.
-Presión hasta el colapso
Guaidó, con fuerte apoyo popular, retornó tras fracasar en su intento por ingresar donaciones de Estados Unidos en alimentos y medicinas por la frontera con Colombia, lo que hubiera representado un ejercicio de poder inaceptable para Maduro.
A su vuelta prometió intensificar las protestas y el cerco diplomático al mandatario socialista, para lo cual se plantea huelgas en el sector público y pide a la Unión Europea endurecer las sanciones al gobierno.
Esa presión podría llevar a altos mandos militares a abrazar a Guaidó y “colapsar al régimen, allanando el camino para una transición con elecciones. Hasta ahora hay pocas señales de que esté sucediendo, pero es posible”, dijo a AFP Michael Shifter, de Diálogo Interamericano, basado en Washington.
Sin embargo, las sanciones de Donald Trump para asfixiar a Maduro, incluido un embargo petrolero, agravarían las ya duras condiciones de la población “antes de provocar el colapso del gobierno y en algún momento contaminar la imagen” de Guaidó, advierte el analista venezolano y director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.
-Negociación político-militar
Maduro tiene una aprobación de solo 14%, según Datanálisis, pero mantiene la lealtad de la cúpula militar, por lo que Guaidó busca quebrar ese vínculo.
Para ello ofrece una amnistía a quienes abandonen a Maduro, excluyendo a los acusados de delitos de lesa humanidad. Algunos expertos la tildan de vaga. Guaidó asegura que unos 700 militares y policías han desconocido a Maduro en las últimas semanas, ninguno del alto mando.
Un quiebre en la cúpula demandaría negociaciones con “garantías específicas” para los mandos implicados en corrupción y violaciones de derechos humanos, y que tienen amplios intereses económicos.
“La transición (así) tomaría más tiempo, pero aumentaría la probabilidad de que no sea violenta”, según Shifter. León opina que los militares temen ser aplastados por un nuevo gobierno o fracasar en una rebelión contra Maduro, por lo que una ruptura “requiere una difícil amnistía, no genérica, sino negociada cara a cara”.
Eso podría conducir a un “cogobierno en el que los militares preserven el control de su fuerza como garantía de autoprotección”, añade. Un grupo de países europeos y latinoamericanos promueve una negociación gobierno-oposición, sin que hasta ahora se conozcan avances.
2019-03-10
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