Zulay Camacaro | @zulaycamacarof
Expertos en finanzas afirman que el 2021 será el octavo año de recesión económica y quinto año consecutivo de hiperinflación en Venezuela. Parte de las medidas a implementar son la reducción del déficit fiscal o gasto público, y efectuar un plan de estabilización financiera internacional con apoyo de organismos multilaterales.
El economista José Manuel Puente señaló que todas las instituciones internacionales que hacen análisis “proyectan que Venezuela en 2021 continuará su ciclo recesivo y de hiperinflación, entre ellas el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y Torino Capital”.
Comentó que la Asamblea Nacional ubicó la inflación para noviembre de 2020 en 65,7%, es decir, por encima de 50% ya es hiperinflación. Esto quiere decir que Venezuela tendría que esperar 12 meses, hasta noviembre de 2021 para ver si sale de la hiperinflación.
“El 2021 será el octavo año de recesión y el quinto año consecutivo de hiperinflación en Venezuela, y corre el riesgo de romper el récord mundial con la hiperinflación más larga del mundo”, aseveró.
La hiperinflación galopa en Venezuela
Con respecto a las medidas urgentes que se deberían tomar, Puente expresó que “el problema es que el Gobierno de Nicolás Maduro no puede y no quiere llevar a cabo un programa de estabilización con ayuda financiera internacional, porque tiene una camisa de fuerza ideológica y tendría que negar todo el legado de Chávez y todo lo que no se hizo en política económica en los últimos ocho años”.
Añadió que “Maduro no tiene ninguna credibilidad, no tiene la visión, ni el equipo ni el programa de estabilización”.
Incluso Venezuela hace años que no tiene relaciones con el FMI y tampoco los organismos multilaterales estarían dispuestos a apoyar al país con un programa de estabilización que logre nivelar los precios de la economía, recuperar el crecimiento y el abastecimiento.
Aclaró que “el programa de estabilización de Venezuela tiene una cantidad de políticas puntuales que instrumentar, básicamente una cooperación de política cambiaria, fiscal y monetaria”.
Puente explicó que uno de los grandes factores que genera la persistente hiperinflación es un gran déficit fiscal que tiene el Gobierno, el exceso de gasto sobre ingreso financiado con emisión monetaria del BCV.
Destacó que “uno de los primeros pasos que se debe hacer es una reforma fiscal que permita cerrar la brecha entre ingresos y gastos y evite el financiamiento vía BCV”.
Dolarización de facto
Con respecto a una posible dolarización de la economía en 2021, señaló que es una opción y que la economía se dolarizó de facto porque los agentes económicos perdieron toda credibilidad en el cono monetario y se refugiaron en el dólar para protegerse del proceso de hiperinflación.
“Creo que para Nicolás Maduro, ideológica y políticamente es imposible aceptar la dolarización e implementarla completamente de manera oficial”, dijo.
Puente aseguró que “seguiremos en este tibio donde técnicamente Venezuela sigue con el bolívar, pero informalmente cada vez se usa más el dólar como moneda de curso nacional para apagar todas las transacciones que realiza la economía, pero sin que el Gobierno implemente oficialmente una dolarización”.
El asesor financiero Rudi Cressa indicó con respecto a las perspectivas económicas de Venezuela para el 2021 que “yo esperaría que se mantenga la dolarización transaccional y elevados niveles de inflación. El Gobierno anunció el presupuesto y eso genera un aumento del déficit”.
Humanización a las sanciones
Agregó que la política del Gobierno de EEUU pudiese asomar cambios discretos de flexibilización desde el punto de vista humanitario. “Quizás lo que si pudiésemos ver es un poco es menos problemas de combustible, ya que permitirían intercambiar combustible por petróleo”.
Acotó que “mientras que mantenga la crisis institucional, es muy difícil que se genere la confianza para que la economía mejore”.
Aseguró que “como medida urgente lo primero es reducir el déficit fiscal pero hace un mes la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la Ley de Presupuesto y no pareciera que lo vayan a hacer”.
Cressa precisó que lo primero sería reducir el gasto público, pero el Gobierno sigue con el reparto de bonos y el presupuesto de 2021 es 50% mayor al de este año. “Al no tener ingresos eso hace prever que se mantendrá la brecha entre ingresos y gastos que serán financiados por emisión monetaria, lo que generará mayor inflación. Es lo que podríamos ver en 2021”.
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